La reforma al plan de estudios de la Escuela de Formación de Carabineros está arrojando sus primeros frutos. Los nuevos carabineros han sido bien evaluados por las comisarías que los reciben y la ciudadanía que se relaciona con ellos, pero además la Escuela ha sido reconocida como Centro de Formación Técnica, lo que esperan en el corto plazo se traduzca en la posibilidad de entregar títulos técnicos de nivel superior a quienes egresen de la Escuela de Formación.
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“Las aspiraciones institucionales buscan preparar al carabinero del Centenario. Y la apuesta es adaptarse a las demandas de la sociedad, principalmente apegándose al respeto de los derechos humanos”, comienza explicando la mayor Jimena Oñate Silva, jefa de Estudios de la Escuela de Formación de Carabineros.
Para cumplir ese objetivo, la institución se ha propuesto formar “profesionales del área de la seguridad y lo hacemos con estructura educacional, basada en los requerimientos y las exigencias de un plantel que forma personas”, detalla la mayor Oñate. Por eso se amplió la formación de dos a cuatro semestres, debido a que un solo año de estudios “no era suficiente para adquirir las competencias de los carabineros que se necesitan hoy en día”, agrega.
En esta nueva malla “se ha dado mucho énfasis al pensamiento crítico, el discernimiento ético y los derechos humanos. Y las habilidades que se instalan a través de esta formación por competencias, van orientadas justamente a saber hacer y a saber porqué se hace”, profundiza la mayor Oñate.
Se espera que los estudiantes comprendan que la labor de Carabineros tiene “un sentido y un propósito, que está orientado al bien común: que es un servicio público”, añade.
Otro de los énfasis de esta actualización es la realización de “una práctica de reconocimiento y una práctica policial, que permite que el carabinero, desde el tercer semestre conozca el cuartel policial” y su futura labor, explica la oficial.
En la práctica de reconocimiento, que dura aproximadamente dos semanas, “se hace una observación en distintas oficinas, no sólo en la guardia, que es la instancia de relación directa con el público (…). Y una a la que se le ha dado mucho énfasis es la Oficina de Integración Comunitaria, que tiene la misión de generar interacciones con la comunidad para recoger información relevante y poder planificar servicios y realizar prevención de los delitos”, explica la mayor Oñate.
Luego, en el cuarto semestre, realizan una práctica policial, donde “ya son capaces de sentarse frente al computador y tomar una declaración, por ejemplo, atender público y relacionarse con ellos, donde ponen en práctica lo aprendido en la asignatura de Manejo de las Emociones y Habilidades Comunicativas”, agrega.
Con todas estas mejoras, la Escuela de Formación de Carabineros busca atender las nuevas necesidades de la sociedad y formar profesionales de orden y seguridad que sean un real aporte a mejorar la calidad de vida del país.