Después de la “Generación Dorada”, prácticamente no ha habido ningún futbolista chileno que haya tenido la bendición unánime del medio nacional. Han surgido buenos jugadores, pero nadie capaz de aparecer cuando las papas queman, que es cuando generalmente asoman los “viejos rockeros”.
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Por eso, pase lo que pase en las actuales Clasificatorias, Ben Brereton es el llamado a portar la esperanza en las épocas difíciles que se avecinan, cuando el “Last Dance” de Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal, Alexis Sánchez y compañía dé un paso al costado. Y no solamente por el tanto clave a Paraguay, que resucita a la “Roja” en el camino hacia Qatar 2022, sino también porque parece no tenerle miedo a nada, gran virtud de los “históricos”.
En la faceta ofensiva pide todas las pelotas y “pica” siempre, nunca se esconde, mientras que en el aspecto defensivo llega hasta la propia área para cerrar la banda izquierda, con una entrega encomiable. Y no lo hizo en un partido cualquiera, sino en el más complicado, cuando empezaba a perderse la fe en la “Operación Milagro”.
Debe ser el gol más gritado del último tiempo, como me escribió un amigo periodista deportivo y como refleja mi propia garganta disfónica. Para que Arturo Vidal lo tenga claro: a nadie le conviene que la Selección quede fuera del Mundial, menos a los que trabajamos en esto.
Volviendo a “Big Ben”, tiene de yapa su carisma más allá de la cancha. Con sus 22 años, le hace muy bien a un camarín que necesitaba nuevos aires, como ha quedado demostrado en las redes sociales, donde expresa constantemente su agradecimiento por jugar por Chile.
Gracias a ti. Bendita aparición.