El triunfo del domingo por 2-0 sobre Paraguay en el estadio San Carlos de Apoquindo mantuvo viva a la selección chilena en las Clasificatorias sudamericanas. Sin embargo, la pista rumbo al Mundial de Qatar 2022 sigue estando muy cuesta arriba, por lo que la calculadora, nuestra vieja compañera, continuará presente mientras haya una ilusión matemática.
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Cualquier proyección que pueda hacerse de cara a la recta final parte de un supuesto claro: la “Roja” tiene que ganarle este jueves a Venezuela, nuevamente en el recinto precordillerano. De conseguir la victoria, recién podría ponerse a pensar en las tres fechas dobles que quedarán, a disputarse en noviembre, enero-febrero y marzo.
El equipo nacional debe aspirar al repechaje, pues la clasificación directa asoma como una quimera. En esa línea, los antecedentes bajo el actual formato eliminatorio dicen que para terminar en el quinto puesto se requieren entre 24 y 27 puntos, que fueron los que necesitó Uruguay hacia Sudáfrica 2010 y Corea del Sur/Japón 2002, respectivamente, mientras que los propios “charrúas” precisaron 25 para Alemania 2006 y Perú lo hizo con 26 para Rusia 2018 (Francia 1998 y Brasil 2014 no cuentan, porque el “Scratch” no participó del proceso premundialista).
En este momento, el combinado criollo acumula 10 unidades. Con siete partidos por jugar todavía, cuatro como local y tres como visita, le urge cosechar por lo menos otros 14 para tener alguna esperanza de llegar a la Copa del Mundo del próximo año.
Con este escenario, además de vencer mañana a la “Vinotino” en Las Condes, está la obligación de doblegar en casa a Ecuador y a los uruguayos, en el cierre. Con esos hipotéticos 19 positivos en el bolsillo, el siguiente objetivo es sumar en dos países donde ya se ha logrado antes: en suelo paraguayo y en territorio boliviano.
Si se consigue derrotar a ambos, el puntaje de 25 te mete de lleno en la discusión por la repesca. Si se dan los resultados “lógicos” en todos los demás duelos que restan en estas Eliminatorias, alcanzaría justo para la quinta plaza, en desmedro del seleccionado “charrúa”, contra el cual se disputaría una finalísima de infarto en Santiago.
Ahora, si el “Equipo de Todos” gana en La Paz y empata en Asunción, por ejemplo, la meta sería obtener un buen resultado como anfitrión ante Argentina, tomando en cuenta que el restante encuentro es en Brasil, donde nunca se ha rescatado ni siquiera un punto en choques clasificatorios. Una igualdad frente a la “Albiceleste” dejaría a la escuadra chilena con una cosecha de 24 y entonces entraría a tallar la diferencia de gol con la “Celeste”, que siempre se las arregla para acceder al cruce intercontinental.
Todos estos cálculos se van a la basura si el conjunto de Martín Lasarte no vence al cuadro venezolano. Paso a paso.