El gran argumento de los detractores de los torneos largos tiene que ver con la posibilidad de que haya pocas cosas por definir en las últimas fechas. No es el caso del apasionante y tortuoso Campeonato Nacional 2021, donde -salvo Unión Española y el ya descendido Santiago Wanderers- todos se juegan objetivos importantes en las dos jornadas que restan. Incluso, algunos con un ojo enfocado en no bajar a la Primera B, y el otro puesto en clasificar a la Copa Sudamericana.
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La pelea por el título tiene sólo dos contendores, Universidad Católica y Colo Colo, que -de igualar en puntaje- podrían protagonizar una final a partido único. Pase lo que pase, ambas escuadras ya están instaladas en la fase de grupos de la próxima Libertadores.
A ese mismo certamen buscan meterse otros dos equipos, Audax Italiano y Unión La Calera. El que remate tercero clasificará a la segunda ronda previa de la máxima cita continental, por lo que deberá sortear dos cruces para acceder a la zona grupal.
El otro representante nacional en esta instancia será Everton, en su condición de finalista de la Copa Chile. Esto, debido a que el “Cacique”, monarca del evento copero criollo, ya aseguró su lugar en un grupo del prestigioso trofeo que supo levantar en 1991.
El que ceda en la puja entre “audinos” y “cementeros” jugará en 2022 el segundo campeonato en importancia de Sudamérica, donde ya están instalados los rojos de Santa Laura. A los otros dos cupos disponibles aspiran cinco cuadros: Deportes Antofagasta, Ñublense, Palestino, O’Higgins y Cobresal.
Si los “ruleteros” terminan entre los siete primeros de la tabla, la lista correría hasta el octavo. En ese escenario, podrían ilusionarse con una milagrosa incursión en las lides continentales Curicó Unido, Deportes La Serena, Universidad de Chile y Deportes Melipilla.
Eso sí, la principal preocupación de este cuarteto de clubes es no perder la categoría de forma directa e, idealmente, no quedar en el casillero de la Promoción. Desde los rancagüinos para abajo siguen estando en riesgo de acompañar a los wanderinos hacia los “potreros”.
El objetivo es poder llegar a un buen puerto y no naufragar en el intento.