Este domingo la Universidad de Chile se zafó del descenso en una épica e histórica hazaña al remontar un convincente 0-2 parcial de Unión La Calera en el Estadio El Teniente, de Rancagua. En 10 minutos de gloria y garra, los azules lograron dar vuelta el resultado con tres decisivos goles, tras pasar casi media hora con los pies en segunda división.
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El encuentro fue tenso y le pasó la cuenta a más de alguno: Pablo Aránguiz coqueteó con la doble amarilla más de una vez y el preparador físico de la U, Marcelo Resemblat, fue expulsado a los 89′.
Pero quien pagó más caro los descargos fue Augusto Barrios, quien debió pasar una noche en el calabozo tras ser detenido por daños al interior del estadio.
El episodio ocurrió en la galería del recinto, desde donde el defensa de los azules presenciaba el decisivo partido tras no ser citado para el encuentro.
Y es allí donde luego del primer gol de La Calera, Barrios desató su frustración golpeando una butaca hasta romperla. La acción fue considerada como destrozos por parte de Carabineros, por lo que el jugador de la U fue tomado detenido.
El defensa fue puesto a disposición de la justicia y debió pasar la noche aprehendido en una comisaría de Rancagua.
La mañana de este lunes, Barrios quedó en libertad y a la espera de ser citado por la Fiscalía para dar explicaciones sobre la acción que lo dejó una noche en el calabozo.
El balance policial tras el partido de la U en Rancagua se engrosaría más tarde tras los disturbios ocurridos en las afueras del estadio. El reporte indica a 12 detenidos (por diversos delitos de flagrancia), 12 carabineros lesionados, y diversas denuncias de oficio por daños en locales, automotoras y memorial de O’Higgins.
