Este lunes comenzó oficialmente la era de Santiago Escobar al mando de Universidad de Chile. El colombiano fue presentado de manera formal como nuevo entrenador del cuadro azul, al que buscará llevar al protagonismo y éxitos después de una temporada pasada donde los estudiantiles zafaron a última hora del descenso.
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En la ceremonia, donde estuvo acompañado por el presidente de los laicos Michael Clark y el gerente deportivo Luis Roggiero, el estratego cafetalero se mostró contento y aprovechó de confirmar la salida de dos jugadores más: Nahuel Luján y Marcelo Cañete.
“Estuvieron trabajando en el plantel, y en base a evaluaciones, lo más seguro es que no van a continuar en este proyecto el 2022. Van a estar entrenando con el equipo, mientras se les busca una posibilidad en otra institución”, expresó el DT en conferencia de prensa.
Sobre su arribo al club, dijo: “No lo tuve que pensar mucho. Cuando te hablan de la U, es sinónimo de trabajar en un grande de Sudamérica y Chile. Un equipo representativo del país, con un ADN que me encanta. Para cualquier entrenador llegar a Chile, la emoción que recibí cuando hubo un interés y cuando se oficializa mi nombre, se convierte en un reto personal de dirigir en mi quinto país en Sudamérica”.
“Tenemos un contrato por un año, pero queremos que sea un proyecto a largo plazo. Seguramente va a ser un año muy bueno para todos. Aprovechar de saludar a esa hinchada fascinante (...) Es un día de mucha felicidad para este cuerpo técnico, que llega a dirigir a un grande de Sudamérica como es la U”, añadió.
Sobre el tema de refuerzos, comentó: “Luis Roggiero ha venido trabajando sobre los posibles fichajes y yo he estado indagando, el trabajo es equitativo. Lo que tratamos es que el jugador que llegue encaje en la idea de juego. Esto tiene que ver con traer jugadores que se comprometan a darlo todo, que jueguen bien, no den balones por perdido y nunca claudiquen”.
Respecto al estilo de juego que quiere darle al equipo, sostuvo: “Vamos a encontrar un equipo que debe tener compromiso en la cancha y afuera de la cancha. Sé la responsabilidad que tengo y las expectativas que hay, la presión es un estímulo. Sabemos que el tema deportivo no ha estado bien, pero esto tiene que terminar. El reto de ahora es colocar a la U en el sitial que corresponde en el campeonato chileno y a nivel internacional. Temor y miedo no hay”.
