La tremenda actuación de Alexis Sánchez en Bolivia reavivó el debate respecto al futuro de los referentes de la “Generación Dorada” terminadas las Clasificatorias para Qatar. Con 33 años, el otrora “Niño Maravilla” -por lo de “Niño”, no por lo de “Maravilla”- fue el único que jugó los dos partidos completos de Chile en esta doble fecha, con el agregado de que ambos fueron en altura.
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El tocopillano está viviendo un renacer en su carrera, al más puro estilo de Benjamin Button, el personaje de Brad Pitt que nace como un anciano y que va rejuveneciendo con el tiempo. Tal vez el goleador histórico no hizo el trabajo de corretear a los rivales en la salida que hacía antaño, pero bueno, si eso lo paga con dos goles y la elaboración de un tercero, bienvenido sea.
Para hacer el gasto están los jóvenes, como Benjamin Brereton, de 22 “primaveras”. Ben se lo corrió todo en Calama y en La Paz, y poco le importó no haber jugado nunca antes a tantos metros sobre el nivel del mar, porque había que seguir respirando en estas Eliminatorias.
Quizá estos dos casos iluminen lo que será la Selección después de marzo -o de diciembre, si se da el milagro de llegar al Mundial-. Un mix de experiencia y juventud, en vez de jubilar a los históricos porque sí, podría amortiguar el trauma post éxito.
