Se jugaban los últimos minutos del primer tiempo del duelo entre Audax Italiano y Estudiantes de La Plata en Rancagua por la Copa Libertadores, cuando se vivió un momento realmente insólito.
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Audax tenía un tranquilo saque de meta y el defensa Fabián Torres tomó la pelota para ejecutar ese balón detenido, pero en lugar de tocar con un compañero (como indica el reglamento), increíblemente salió jugando solo.
Ante ese inaudito error, el árbitro del compromiso, el uruguayo Christian Ferreyra, hizo sonar su silbato para poner orden en el asunto. Correspondía cobrar tiro libre indirecto en el área en favor de la visita.
Los jugadores de Estudiantes intentaron avivarse y rápidamente Leandro Díaz tomó la pelota, la puso contra el piso y se la pasó a Gustavo del Prette, quien la mandó al fondo de las redes. El arquero Joaquín Muñoz nada pudo hacer.
Pero Ferreyra no validó aquella acción de los argentinos. Es más, el juez dejó en evidencia su confusión absoluta con la situación. Es decir, ni siquiera él mismo sabía a qué apuntaban sus silbatos.
Al llegar al lugar específico de la insólita acción, Ferreyra tomó el balón y lo puso en la línea del área chica, para que Audax nuevamente ejecutara el saque de meta.
Sin embargo tras un par de minutos de reclamos, el árbitro uruguayo terminó cobrando lo que correspondía: tiro libre indirecto en el área para Estudiantes. Fernando Zuqui ejecutó y le brindó un pase a Mauro Boselli, cuyo potente disparo terminó dando en el cuerpo de Carlos Labrín. Se salvó Audax.
Cabe recordar que el equipo de Ronald Fuentes se impuso por 1-0 sobre Estudiantes de La Plata en el estadio El Teniente, gracias al tanto de Jorge Henríquez (4′). La revancha por este cruce válido por la segunda ronda de la Copa Libertadores 2022.
