Un Everton muy por debajo de lo esperado cayó por la mínima ante Monagas en el estadio Monumental de Maturín, pero gracias al resultado del duelo de ida, sacó pasajes para la siguiente fase de la Copa Libertadores.
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Los viñamarinos llegaron precedidos de una contundente goleada por 3-0, pero así y todo decidieron no especular con el resultado y apretaron a un cuadro local, que salió con una actitud un poco más ofensiva que la vista en el estadio Sausalito.
Las primeras llegadas para los auriazules tuvieron lugar antes de los 10 minutos, pero fueron ocasiones muy tibias y recién en los 27′, generaron real peligro sobre el área rival, con un potente disparo de Alex Ibacache que dio en el vertical derecho.
Recién sobre el final el cuadro llanero tuvo la chance de ponerse en ventaja, encontrándose con el buen achique de Fernando De Paul ante el cabezazo de Grenddy Perozo (41′).
Pero eso fue solo el aviso de lo vendría después, porque en los primeros minutos del complemento, Óscar González capturó un rechazo de la defensa tras un tiro de esquina y con un zurdazo cruzado anotó el descuento en la serie.
Los dueños de casa adelantaron sus líneas y atosigaron a los oro y cielo, que salvo por un testazo de Lucas Di Yorio (68′) que estaba en posición de adelanto, no generaron peligro.
Eso sí, las esperanzas del elenco anfitrión se terminaron por esfumar en los 78′, cuando Luis Guerra, quien llevaba apenas 12 minutos en cancha, fue expulsado por agredir a Sebastián Pereira, quien quiso retrasar la reanudación del fútbol tras una falta.
Ahora, los pupilos de Francisco Meneghini esperan rival del cruce que protagonizarán mañana Audax Italiano y Estudiantes de La Plata, donde los floridanos buscarán revalidar la ventaja 1-0 que sacaron en el primer encuentro.
