El corto y extremo ciclo de Cristian Paulucci como técnico de Universidad Católica llegó a su final ayer. Mediante un escueto comunicado, Cruzados dio a conocer el término de la estadía del argentino en la banca, que duró poco más de siete meses, donde pasó del cielo al infierno.
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“De mutuo acuerdo se ha puesto fin al vínculo contractual”, publicó la “Franja” en su sitio web. “Nuestra institución agradece el trabajo realizado estos años por el entrenador y su liderazgo en los procesos que llevaron a la UC a ganar una Supercopa y consolidar el tetracampeonato”, añadió el escrito.
Claro, porque si no fuese por el “Pelao Termo”, apodo que se adjudicó por sus airados reclamos siendo ayudante de Gustavo Quinteros, Ariel Holan y Gustavo Poyet, los “cruzados” no habrían logrado cuatro títulos seguidos. Después de reemplazar en el banquillo al uruguayo, ganó 13 de los 14 partidos del Campeonato Nacional 2021, para levantar el último trofeo.
El “campañón” hizo evidente que había que ratificarlo como adiestrador oficial de los universitarios, ya no como interino. Por eso en diciembre se confirmó su continuidad por dos temporadas, asumiendo por primera vez en su carrera como coach titular de un equipo profesional, tras haber sido ojeador, mánager y asistente.
Sin embargo, ese notable cierre en el certamen anterior se vio opacado por el pobre comienzo en el actual, donde los estudiantiles llevan cuatro victorias y seis derrotas en 10 fechas, que los tienen más cerca del descenso que del “penta”. Es más, es el tercer peor arranque en la historia del club en cuanto a caídas, sólo superado por las ocho del Apertura 2004 y las siete del torneo de 1957.
En total, sumando todas las competencias, el transandino se despide con un saldo de 18 triunfos, apenas un empate y nueve traspiés, reflejando la extrema experiencia vivida, con una marcada línea descendente. De hecho, pese a su espectacular 65.4 por ciento de rendimiento, que ya se quisiera cualquier DT, el declive hizo insostenible su permanencia.
