Tras 18 años de sequía, el Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo se coronó campeón de la Copa del Rey. Si bien el conjunto Andaluz dominó el trámite del partido, no pudo imponerse ante el Valencia, terminando 1-1 el tiempo regular. Sin embargo, los Verdiblancos se hicieron fuertes en los penales, venciendo por 5-4 y quedándose con el título.
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Con Bravo de titular, el Betis comenzó dominando rápidamente el primer tiempo y se pondría de manera temprana en ventaja, con una gran jugada colectiva. Avanzando por la banda izquierda apareció Héctor Bellerin, quien ganó línea de fondo y envió un gran centro al área, que fue conectado por Borja Iglesias. El Panda saltó solo y con un gran cabezazo puso el 1-0 a favor del cuadro Andaluz.
Si bien el cuadro Verdiblanco siguió manteniendo el dominio de la pelota, el partido se volvió un poco trabado, con un Valencia muy duro que golpeó bastante en mitad de terreno. Además, el elenco Blanquinegro llegaba con peligro mediante contragolpes.
Y la fórmula le traería resultados a los dirigidos por José Bordalás. Recién cumplida la media hora de juego aparecería el joven Ilaix Moriba, que envió un gran pase entre líneas. Hugo Duro recepcionó y encaró a Bravo, definiendo con un globito e igualando el marcador.
La segunda mitad comenzaría dominada por el Valencia, pero poco a poco el Betis volvió a recuperar el dominio del encuentro. Con el pasar de los minutos, las llegadas del elenco de Pellegrini se multiplicaron, convirtiéndose en una verdadera farra por parte de los sevillanos.
En el último minuto de tiempo reglamentario, Bravo se vestiría de héroe, pues una gran contra del elenco Che culminaría con un remate de Carlos Soler, pero el guardameta chileno estuvo soberbio para evitar el tanto y forzar el alargue.
Los dos tiempos extra mantuvieron la tónica del encuentro, con un Real Betis buscando el encuentro, pero incapaz de poder inclinar la balanza a su favor. Tras treinta minutos dónde el cansancio de ambas escuadras se hizo notar, llegó la tanda de penales.
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Carlos Soler, Uroš Racic y Goncalo Guedes anotaron para Valencia. Willian José, Joaquín Sánchez y Andrés Guardado hicieron lo propio para el Betis. En el cuarto penal se definiría la historia, ya que Yunus Musah envió su tiro sobre el travesaño. Cristian Tello ejecutó de gran manera su penal y puso arriba al Betis.
José Gayá puso el suspenso, venciendo a Bravo y dejándole la responsabilidad a Juan Miranda, que no falló y con una tanda de penales perfecta el Real Betis bajó su tercera Copa del Rey, su primer título desde 2005, año dónde consiguió la Copa del Rey y la Supercopa de España.
