El duro José Mourinho, que bien sabe lo que significan las grandes finales en la élite del fútbol europeo, no pudo contener las lágrimas al clasificar con la Roma a la final de la Conference League, torneo que vive su primera edición.
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Cuando se jugaban los últimos de la semifinal de vuelta ante el Leicester City, duelo en el que la Roma se impuso por 1-0 gracias al gol de Tammy Abraham, las cámaras de la transmisión captaron a un emocionado Mourinho.
Y una vez que sonó el silbato final, el portugués sucumbió en un conmovedor llanto, algo que se puede calificar como inédito en cuanto a su perfil público de hombre duro.
“The Special One” lloró, recibió abrazos de sus compañeros de staff y tuvo muestras de cariño para la hinchada de la Roma. Minutos después, en declaraciones ante la prensa, “Mou” explicó que su emoción fue en honor a la fanaticada de su equipo.
“Se me cayó una lágrima y mi emoción era por toda esa gente que ama al club. Este es un club gigante con un palmarés que no se corresponde con su dimensión social. Esto no es un título, es solo una final, pero significa mucho para ellos”, expresó.
“Y por el hecho de que llevo viviendo y trabajando en esta ciudad por once meses, sé lo que significa para ellos y mi emoción era por ellos”, agregó.
Para Mourinho, quien vivirá su octava final europea, llegar al duelo definitorio de la Conference League no parece ser un capítulo de los más destacados de su laureado recorrido, sobre todo considerando que cuenta con dos trofeos de Champions League (2003-2004 con el Porto y 2009-2010 con el Inter). Sin embargo, ante la evidencia de su emoción, esta nueva final la vivirá de una forma muy especial.
La Roma enfrentará al Feyenoord el próximo 25 de mayo en Tirana (Albania), en lo que será la primera final de la UEFA Conference League. El equipo holandés viene de derrotar al Olympique de Marsella de Jorge Sampaoli en semifinales.
