Eduardo Berizzo finalmente fue oficializado como entrenador de la “Roja”. Tras su salida del combinado paraguayo, el argentino tiene inmediatamente una segunda oportunidad a nivel de selección, ahora en el país donde despegó su carrera como técnico.
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Claro, porque antes de iniciar su ya extensa trayectoria como DT -pese a sus cortos 52 años-, el ex defensa acompañó como ayudante el exitoso proceso de Marcelo Bielsa en el “Equipo de Todos”. Luego se independizó y tuvo una breve estadía en Estudiantes de La Plata, previo a hacer historia con O’Higgins.
Ahora, con tres experiencias en clubes españoles en el cuerpo, en cinco temporadas ininterrumpidas, y un mal paso por el seleccionado “guaraní”, que genera dudas, vuelve a Chile para encabezar un nuevo proyecto, tal como lo hiciera su mentor, el “Loco”, hace 15 años. Acá, el recorrido del “Toto”.
Un comienzo fugaz
El fútbol argentino tiene tiempos acotados y bien lo sabe Berizzo, quien duró sólo tres meses del 2011 en el “Pincha”, luego de su separación de Bielsa. Alcanzó a dirigir apenas 24 partidos, entre torneo local y Copa Libertadores, donde llegó a los octavos de final y quedó eliminado por penales ante Cerro Porteño. Tuvo un gran arranque, con ocho triunfos en 11 duelos, pero después ganó uno de los siguientes 13 encuentros y terminó renunciando.
El héroe de Rancagua
Tuvieron que pasar 58 años para que los “mineros” gritaran campeón por primera vez en la división de honor de nuestro fútbol. En el segundo año del “Toto” en el club, tras haber perdido una final por penales ante Universidad de Chile en el Apertura 2012, logró el título del Apertura 2013, derrotando a Universidad Católica en una emocionante definición a partido único. No fue todo: se despidió ganando la Supercopa 2014, al vencer a Iquique.
El regreso a un “viejo amor”
La etapa más larga del argentino como entrenador fue en suelo vigués, donde estuvo cinco temporadas en su época de futbolista y tres como DT, destacando el sexto puesto en la segunda campaña, la 2015-16, que le dio la clasificación a la Europa League. Llegó a las semifinales en el torneo continental, mismo logró que alcanzó en dos ediciones de la Copa del Rey. Se fue tras llegar a un acuerdo para no renovar.
Un paso poco saludable
La estadía de Berizzo en el club andaluz estuvo marcada por un cáncer de próstata, que lo obligó a ausentarse del banquillo por varios partidos. Alcanzó a dirigir sólo una temporada, pese a que tenía contrato por dos, y ni siquiera completa, dejando al equipo como quinto de la tabla de posiciones, tras 17 fechas disputadas. Al momento de su despido, tenía a su cuadro instalado en los octavos de final de la Championes League y de la Copa del Rey.
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En línea descendente
La estancia del “Toto” en tierras vascas fue aún más corta que en suelo andaluz e, incluso, más breve que su paso por Estudiantes de La Plata. Su campaña con el equipo bilbaíno fue derechamente paupérrima, pese a haber arrancado con una victoria, y tras una racha de 13 partidos sin ganar en la Liga española, dejó a su escuadra en puestos de descenso cuando fue cesado. Apenas pudo celebrar en la Copa del Rey, con un 4-0 sobre el Huesca.
Un antecedente que preocupa
Entrenar a un equipo no es lo mismo que hacerlo con una selección, por eso el paso del argentino por el combinado “guaraní” genera dudas. Dirigió al seleccionado de ese país en dos ediciones de la Copa América, las de Brasil 2019 y 2021, quedando fuera en ambas en los cuartos de final por penales. Su gran objetivo, clasificar a Qatar 2022, estuvo lejos, ya que se despidió goleado por Bolivia en La Paz por 4-0 y octavo en la tabla entre 10 países.