Spencer Haywood fue uno de los grandes talentos de la NBA en la década de los años 70. Sin embargo, el originario de Silver City, Mississippi, no pudo destacar por los problemas extracancha que tenía.
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Hay muchas anécdotas que se pueden contar de él, por ejemplo, fue el primer basquetbolista que llegó al campeonato estadounidense sin terminar la universidad.
Y es que, Spencer destacó con la selección de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de México 1968, por lo que llamó la atención de distintos equipos de la NBA.
En la cancha era considerado un “monstruo”, pues su nivel deportivo estaba por encima de todos los demás jugadores.
La estadística lo avala, ya que al final de su carrera promedió más de 20 puntos y 10 rebotes por encuentro.
Pese a que era impecable jugando su primer título no llegó tan fácil, sino hasta 1980 fue cuando lo consiguió, era el comienzo de la era de ensueño de los Lakers de Los Ángeles.
Pero esa curva ascendente del equipo simbolizó la descendente para Haywood, pues estaba pasando sus últimos años en la duela.
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Uno de los grandes escándalos en su carrera fue una pelea con su entrenador Paul Westhead, a quien intentó asesinar, contratando un sicario.
Todo fue porque Spencer comenzó a consumir drogas, las cuales fueron deteriorando su capacidad en la cancha.
Luego de una pelea con Jim Chones y Brad Holland, el jugador fue separado del grupo, lo que provocó su furia, por lo que quiso mandar a matar a Westhead.
“Me sentía sin manos, como si ya no tuviera dedos. Magic me daba buenos pases, y yo no los podía alcanzar. Me negué a creer que fueran las drogas, a pesar de que estaba usando Quaalude, Valium, alcohol y otras cosas para reprimir la fiebre de la cocaína. Pensé que, tal vez, Magic estaba dando demasiados giros en los pases; tal vez, incluso, para hacerme quedar mal.
“Dirigí toda mi ira hacía Westhead. Dejé el Forum y conduje mi Rolls Royce toda la noche y mi único pensamiento era que Paul debía morir. Planeé cómo acabar con él. En plena ira y tras consumir cocaína llamé a un amigo de Detroit, un tipo llamado Gregory, un auténtico gángster certificado, y le dije: ‘Ven, necesito que te encargues de alguien’. Al día siguiente nos sentamos para planearlo. Fuimos a su casa y planeamos sabotear los frenos de su coche”.
— Spencer Haywood, exjugador de los Lakers
Sin embargo, al final Spencer reflexionó y prefirió no meterse en problemas, por lo que pidió a su amigo sicario detener cualquier tipo de ataque en contra del coach.