Un amargo final fue el que tuvo Sebastián Miranda en la banca de Universidad de Chile. El técnico interino de los azules, quien asumió tras la salida de Santiago Escobar, disputó esta tarde su último partido, el cual terminó con derrota por la mínima ante Cobresal.
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En conferencia de prensa, el ex futbolista no escondió su desazón por la caída en el norte, apuntando que esperaba cerrar de otra forma su periplo en la escuadra universitaria, ante el inminente arribo del uruguayo Diego López.
“Me duele, tenía mucha ilusión de poder encontrar esa regularidad que habíamos buscado. .Si bien no encontramos regularidad en el resultado, en actitud y juego sí, y eso intentó rescatar”, comenzó diciendo el otrora de Unión Española, entre otros equipos.
Sobre el cotejo de hoy, puntualizó que “soy el responsable de la derrota. El equipo hoy se entrega por completo, cuando nos ganan terminan pidiendo la hora y ningún rival ha sido superior a nosotros. Uno de los objetivos era ese, que los equipos rivales le vuelvan a tener respeto a la U”.
Por otra parte, aseguró que en su llegada “mi objetivo era intentar subir y dejar lo más arriba posible al club, alejarlo de la zona que estaba y sobre todo levantar a un grupo de jugadores elevando el nivel emocional y futbolístico”.
“Desde ese lado creo que esos dos objetivos se cumplieron, como me hubiese encantado que fuera distinto, habernos llevado un triunfo hoy, lo mismo que en Viña. El fútbol tiene estas derrotas que duelen, que a uno lo hacen aterrizar, hacen volver a tener incertidumbre pero el trabajo es seguir creyendo en lo que hacen”, complementó.
Por último, agradeció a los jugadores, asegurando que “siempre me sentí apoyado por los jugadores y el club, por eso me gusta hacerlo saber públicamente. Si bien uno tiene que tomar decisiones, las respetaron y se entregaron por completo en todo el entrenamiento”.