En los últimos años, Ángel Di María se ha convertido en el héroe de la Selección de Argentina, gracias a sus goles que le han dado títulos al equipo.
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En el partido, denominado la Finalíssima, el atacante volvió a marcar uno de los goles que le dieron la victoria a los suyos sobre Italia.
Este fue una réplica del que le anotó a Brasil en la Copa América, en donde la Albiceleste se quedó con la Copa.
Aunque el sudamericano es uno de los jugadores más destacados del orbe, actualmente, se encuentra sin equipo.
Y es que, Ángel culminó contrato con el PSG, luego de estar por varios años en la institución gala.
Hay rumores que apuntan a que Di María jugará en la Juventus de Turín, pero la realidad es que aún no tiene ningún acuerdo.
Una infancia compleja
Llegar al fútbol profesional fue un golpe que le cambió la vida a Ángel, pues cuando era niño tuvo muchas carencias, al grado de que trabajo desde pequeño.
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Don Miguel, su papá, elaboraba carbón de manera artesanal, el cual era repartido por el jugador de la Selección de Argentina.
Y es que, Di María ayudaba a su papá para poder genera más dinero y comprar las cosas básicas del hogar.
Sin embargo, sus papás también invertían dinero en zapatos de fútbol para Ángel, pues sabían que el talento que tenía su retoño era innegable.
“Yo era hiperquinético por lo que mi mamá me llevó a una consulta médica, en la que le recomendaron que me hiciera practicar deportes, ya sea karate o especialmente fútbol.
“Nacer en La Pedriel fue y será lo mejor que me pasó en la vida. Aunque nunca me planteé volver, porque necesitaba triunfar por las necesidades que pasamos y por el esfuerzo que hizo mi familia para que yo estuviera allí”.
— Ángel Di María, jugador de la Selección de Argentina
