El fútbol está lleno de clichés. Uno de ellos sentencia que “los partidos se definen en las áreas”, donde los arqueros y los delanteros suelen ser los protagonistas, mientras que otro defiende que “los equipos se arman de atrás para adelante”, donde los zagueros pasan a ser piezas fundamentales.
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Ahora, hay uno que otro entrenador que algo ha ganado, como Josep Guardiola, César Luis Menotti, Alfio Basile y Carlos Bianchi, quienes siempre dijeron que “los partidos se ganan en el mediocampo”. Y ahí es justamente donde me quiero centrar.
Universidad Católica dominó durante cuatro años el torneo chileno, donde Luciano Aued fue el motor del equipo. Datos, no opiniones: cuando “Luli” estuvo lesionado, la UC se desmoronó en el Campeonato Nacional con Gustavo Poyet, mientras que cuando el corazón lo obligó a parar, la “Franja” de Cristian Paulucci fue un desastre.
Todavía es muy prematuro para asegurarlo, pero el cuadro de Ariel Holan tiene otra presencia con el volante argentino de vuelta. Todo fluye alrededor de él, partiendo por Ignacio Saavedra, quien se ordena a su lado.
La reflexión se extiende a Colo Colo, donde el rendimiento del conjunto depende en buena parte de la performance de Leonardo Gil. No es casualidad que a medida de que el “Colo” se va cansando, el “Cacique” va bajando su intensidad en los segundos tiempos.
Son esos “todocampistas” que marcan la diferencia, como Federico Mateos en Ñublense y Víctor Méndez en Unión Española. Si todos éstos andan bien, tengo la corazonada de que se viene una segunda rueda emocionante.