La última semana ha sido intensa para la selección femenina de hockey césped. Las “Diablas” parten mañana a a Amsterdam, donde alistarán su primera participación en la XV Copa Mundial de la especialidad. Por eso, además de entrenamientos, las jugadoras han vivido una montaña rusa de emociones, con una serie de despedidas, partiendo el jueves pasado, a una semana de enfilar rumbo a Países Bajos, cuando Universidad Católica homenajeó a los miembros de su rama que son parte de la comitiva. Al día siguiente, la ministra del Deporte, Alexandra Benado, fue quien encabezó una ceremonia en la que, también, se presentó la indumentaria con que disputarán la cita ecuménica. Y ayer a mediodía, tras la última práctica previa a subirse al avión, tuvieron la última celebración en el Prince of Wales Country Club, que ha sido el centro de operaciones del elenco.
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Para las chilenas, el desafío será bravo. El sorteo las instaló en el grupo A, donde se medirán con el poderoso local, Irlanda y Alemania, el rival del debut, el próximo sábado 2 de julio, en Amstelveen, al sur de Ámsterdam, cerca del aeropuerto de Schipol. Antes, la preparación se redondeará en tierras neerlandesas con amistosos ante Inglaterra, India y Nueva Zelandia.
“Va a ser importante que el equipo se aclimate y empiece a vivir todo lo que genera en la piel y la mente estar inserto en un Mundial. Aparte viene un proceso de decantamiento de análisis más profundo de los rivales, además de jugar partidos previos que nos permitirán agarrar ritmo y comenzar desde ahí a jugar el torneo, sintiéndonos seguros y tranquilos. Por otra parte, salir del ritmo de vida de las chicas acá, nos ayudará a mejorar el foco, de recuperación física y descansos, para llegar muy finos”, dice Diego Amosoro, coach de las “Diablas” y jefe técnico de la rama de Hockey UC.
El entrenador, que forma parte del cuerpo técnico que encabeza Sergio Vigil, entiende que afrontan un desafío mayor, jugando en un grupo contra potencias de este deporte. Eso supone ciertas dificultades, que “tienen relación con que ninguna de estas chicas ha disputado un Mundial adulto. Entonces, toda la novedad del evento puede hacer que el jugador se distraiga. Hay que encontrar el punto de equilibrio para no dejar de disfrutar lo que significa asistir por primera vez a este evento, teniendo equilibrio y foco para enfrentar cada partido. Tener esa capacidad de aterrizar las ideas sin dejar de disfrutar el evento será un desafío”.
“Para tener una referencia de las expectativas en el torneo, hay que considerar que somos los últimos clasificados por ranking. Participan 16 países y figuramos 16º en el listado. A partir de eso, cualquier resultado sobre eso es un buen resultado. Es primera vez en la historia que competimos en un evento de esta magnitud, así es que más que ponerse presión en los resultados, hay que ponerla sobre lo que hagamos para conseguir los mejores resultados, que es lo que consolidará un mejor rendimiento”, redondea Amoroso, quien espera que las “Diablas” estén a la altura del desafío.