El defensa Yuki Honda, de Kyoto Sanga FC, anotó este fin de semana uno de los autogoles más bellos de los últimos tiempos en el fútbol mundial, cuando le hizo un ajustado “sombrerito” a su portero desde unos 30 metros, por la 24a fecha de la Liga de Japón.
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La curiosa y a la vez desafortunada acción ocurrió en el partido que Kyoto Sanga FC perdió como local por 2-1 ante el Kashiwa Reysol.
Este verdadero autogolazo se dio cuando los anfitriones ganaban por 1-0, y Yuki Honda corría para evitar un ataque rival. Pero la presión de un atacante contrario le llevó a puntear la pelota con la intención de jugar con su portero, Naoto Kamifukumoto, quien estaba unos metros adelantado.
El guardametas trató de despejar con la cabeza para que no le cobraran una falta indirecta por una devolución, pero tal como su compañero, calculó mal.
Y para aumentar la maña suerte de los locales, cuando iban ocho minutos de descuento los visitantes pusieron el 2-1 final.