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Ignacio Saavedra: “Tengo metas y quiero partir de Católica cuando se dé la chance, estoy preparado”

Tras recuperar la titularidad, el “Nacho” se considera un jugador “más aplomado”. Siente que está maduro para salir al extranjero, aunque no se apura.

Ignacio Saavedra / Photosport

A Ignacio Saavedra se le escucha maduro. Pese a sus cortos 23 años, ya tiene cuatro títulos de Primera División en igual cantidad de temporadas como profesional, registro que se quisiera cualquiera.

Con esa breve y exitosa trayectoria, el “Nacho” considera que ya está listo para dar el salto al extranjero, sobre todo después de superar los malos tiempos y recuperar la titularidad de la mano de Ariel Holan, extraviada en la etapa de Cristian Paulucci. No está ansioso, pero sí se siente preparado, aunque antes pretende consagrarse en la Copa Chile, el trofeo local que le va faltando.

¿Cuánto sirvió el receso para seguir afinando el “Modelo Holan”?

—Sirvió harto. Tuvimos amistosos de preparación, hartos entrenamientos y videos, y con Ariel sirven mucho, porque cuando tenemos partidos, nos tiene que cuidar un poco más.

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¿Por qué les costó más agarrarle la mano esta vez que en 2020?

—A diferencia de 2020, él llegó ya en competencia. Ariel es un técnico súper metódico y, cuando ya estás compitiendo, no puedes trabajar tanto como quieres. Ahora no veníamos bien nosotros y te agarra a mitad de año, y es difícil, porque no tienes a todo el equipo concientizado en la metodología que él ocupa.

No te suelta en los partidos, es al que más le da instrucciones…

—Sí, siempre ha sido así, desde la primera vez que vino. Me corrige, me da muchas instrucciones y me va diciendo que las reparta a los demás, porque estoy en el centro del campo. Yo no lo tomo como una presión, sino que ésa es nuestra dinámica. Y cuando me tiene que retar, lo acepto nomás.

¿Cuál es tu análisis de lo que pasó con Paulucci, que pasaron de ganar siempre a perder tanto?

—Cuando él nos agarra, y remontamos y salimos campeones, fue porque tanto él como nosotros estábamos anímicamente muy arriba. Después, no te podría decir qué pasó específicamente con Cristian, son momentos y no estábamos bien, no lo veíamos venir. Tenía que haber un cambio y fue todo para mejor, porque con alguien como Ariel siempre las cosas van a ir súper bien.

¿Van a poner todas las fichas en la Copa Chile?

—Nosotros siempre estamos tratando de dar lo mejor en cada partido. La Copa Chile es muy importante, por el lugar en que estamos hoy, porque te da un cupo para la pre Libertadores, pero tampoco vamos dejar de lado el campeonato, porque si sacamos hartos triunfos, también nos podríamos meter directo. Vamos por las dos cosas, pero obviamente queremos la copa, porque muchos no la hemos ganado y tenemos esa motivación.

Más allá de la lesión que tuviste a fines de 2018, ¿éste ha sido el año más complicado desde que debutaste?

—Yo creo que fue más complicado 2019, con Gustavo (Quinteros), porque tuve muchas lesiones y poca continuidad. Este año no ha sido el mejor, en el sentido de que nos fue mal y me tocó estar en la banca muchos partidos con Cristian después de la expulsión contra O’Higgins, y es duro para alguien como yo, que tiene hartas metas. Anímicamente no me tenía bien, pero lo tomé como un proceso, como algo que nunca había vivido en cuatro años, así que aprendí de eso. Después de todo lo que pasó, hoy soy un jugador distinto, mucho más aplomado.

¿Tuviste un bajón personal, más allá del colectivo, o todo fue por la expulsión?

—Obviamente, por la expulsión no pude jugar el clásico e ingresó otro jugador por mí, que fue el “Pipe” (Gutiérrez), y anduvo bien. La tarjeta sólo dio el pie, pero también fue un bajón mío, no salí solamente por la roja. Cuesta entender y asumirlo, pero no estaba en plenitud, me estaba costando.

¿Afecta a tu juego cuando Aued no está al lado?

—O sea, no es que afecte que esté o no, pero en el fútbol, como en muchas cosas, uno tiene afinidades con personas y yo con “Lu” la tengo desde que debuté. Nos entendemos mucho, sabemos cómo nos movemos cada uno. Pero no sólo es importante para mí, sino para el equipo en general, porque es un tipo que es un líder en la cancha, un pilar, que está hablando y siempre llevándote al máximo, porque es muy exigente. Tanto lo hace conmigo, que me hace estar mucho más atento.

¿Es muy complicado ser el único contención en un esquema como el de la Católica?

—Es difícil ser contención en el esquema de Ariel, tienes que tener mucha cabeza. En general, sin desmerecer a las otras posiciones, ser volante es el lugar más difícil, porque es de harto movimiento y de encontrar los espacios. En la pandemia, sus videos me sirvieron mucho para entender lo que él quería. Él me dijo que eso no sólo me serviría para jugar con él, sino para toda mi carrera, y así ha sido.

¿Te pega mucho la crítica cuando dicen que no juegas para adelante?

—No, la verdad es que no la “pesco”. Uno, cuando es chico, la “pesca” más, porque tienes las redes sociales a mano, pero yo hice un cambio de no observarlas tanto, de no darle tanta importancia a esa gente que te critica mucho. Las críticas las hago puertas adentro, con mi técnico y mis compañeros. Mucha gente puede opinar y es válido, pero yo no tengo que ser el jugador que da el pase-gol o que lo hace, que sí va a ser importante para mi juego, pero hoy no es lo fundamental para mí, como sí lo es ser el equilibrio del equipo, estar atento a la prevención de los contragolpes, estar fuerte defensivamente y tratar de sacar el balón limpio desde atrás.

¿Hasta cuándo te proyectas en la Católica?

—No sé. Tengo metas y quiero partir de Católica cuando se dé la chance. He estado cerca de salir, aunque no me gusta decir cuándo, pero hoy estoy preparado. Sería lindo dar un paso más en mi carrera.

¿Te agarra la ansiedad cuando ves que Valencia o Marcelino ya partieron y tú todavía no, o estás tranquilo?

—No, tranquilo, me da mucha felicidad por ellos que salieron, porque nos abren el camino a los que también queremos salir, no solamente en la Católica, sino en el fútbol chileno. Sí tengo ganas de dar el paso, porque es una meta que tengo en mi carrera, pero hoy estoy con la cabeza puesta acá. Hasta que no haya nada concreto, siempre voy a estar feliz en la Católica, dando el 100 por ciento.

¿Cuál fue la oferta más concreta?

—Estuve cerca de Racing, pero no se concretó, no sé muy bien por qué. La verdad es que me tenía muy ilusionado, había hablado con Luciano y con harta gente, pero no se dio y ya está, hay que seguir adelante.

¿Cómo ves tu futuro en la Selección? Es un puesto donde hay hartos jugadores, pero claramente tú eres uno de los más proyectables…

—Siempre digo que yo nunca me postulo. Primero tengo que estar pendiente de la Católica y, si estoy en buen nivel, eso me va a llevar a estar ahí. En la zona de volantes hay muchos jugadores buenos, de calidad, y eso es bueno, porque hace subir el nivel. Es una ilusión que uno tiene, pero lo primero es hacerlo bien en la Católica y después van a venir las demás cosas.

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