Nicolás Jarry (111º en el ranking) está en racha. La apabullante victoria por 6-3 y 6-0 sobre Nicolás Álvarez en el punto decisivo de la serie ante Perú por la Copa Davis, disputada en Lima, ha derivado en una cadena triunfal del tenista nacional, quien por estos días compite en el ATP 250 de Seúl.
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Luego del cruce copero, el “Príncipe” viajó hasta Asia para tomar parte en las clasificaciones del torneo surcoreano. En la primera ronda de la qualy, derrotó sin problemas al japonés Tatsuma Ito (563º y ex 60º) por 6-2 y 6-1, mientras que en la segunda fase tampoco tuvo grandes complicaciones para vencer al estadounidense Aleksandar Kovacevic (222º) por 7-6(6) y 6-3.
Ya en el cuadro principal, el nieto de Jaime Fillol superó el debut nuevamente sin ceder ningún set frente al lucky loser inglés Ryan Peniston (140º), quien reemplazó a Marcos Giron, de Estados Unidos, que se bajó tras llegar a la final en San Diego. Durante la madrugada del martes, dio cuenta del británico por 6-3 y 7-6(8).
Esta seguidilla victoriosa de la raqueta criolla le valió el pasaje para un reto de alto nivel. Este jueves se medirá nada más y nada menos que al noruego Casper Ruud, segundo del escalafón planetario y que viene de jugar la definición del US Open, quien quedó libre en el estreno en su condición de primer sembrado.
Si bien el desafío asoma titánico, el jugador chileno tiene una estadística que ilusiona, ya que cuando ha enfrentado a rivales instalados en el Top 10, no le ha ido para nada mal. En este particular apartado suma ocho encuentros, para un saldo total de cuatro éxitos e igual cantidad de reveses.
El mejor triunfo del deportista criollo fue en 2019, cuando doblegó a Alexander Zverev en Barcelona. En esa ocasión, el entonces 81º se impuso en un ajustado duelo por parciales de 3-6, 7-5 y 7-6(5), cuando el alemán ocupaba el tercer casillero en el listado orbital, por lo que un batacazo contra el representante de Noruega sería histórico para su carrera.