El mundo está violento y el fútbol no es la excepción. Ya sea en México, Indonesia, Argentina o Chile, los delincuentes están ganando por goleada, dentro o fuera de los estadios, con desgracias provocadas tanto por los mal llamados “hinchas” como por la policía.
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El año arrancó con las brutales imágenes que llegaron en marzo desde suelo “azteca”, donde una batalla campal entre fanáticos del Querétaro y del Atlas conmocionó al planeta. Milagrosamente, no se registraron muertos.
Donde sí hubo fallecidos, y por montones, fue en tierras indonesias, en el partido entre el Arema y el Persebaya Surabaya. Tras una sobreventa de entradas, la invasión a la cancha de los seguidores del equipo local derivó en el uso de gas lacrimógeno por parte de los agentes policiales y en una estampida, que ocasionó la muerte, de acuerdo al último reporte oficial, de 131 personas, principalmente ahogadas o pisoteadas, en la segunda tragedia más grandes en la historia del balompié mundial.
Todavía el “Planeta Fútbol” no se recuperaba del impacto por lo sucedido en el Sudeste Asiático, cuando una escena dramática se tomó los campos de juego, ahora en territorio argentino, en el encuentro entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca Juniors. Nuevamente se habrían vendido más tickets de los permitidos, otra vez los policías reaccionaron utilizando gases lacrimógenos y el saldo fue un muerto, por un paro cardiorrespiratorio.
Nuestro país no se quedó atrás y en sólo un fin de semana hubo incidentes de distinta índole. El más grave fue el ocurrido luego del duelo entre Unión Española y O’Higgins, el sábado, donde Cristián Padilla falleció al ser baleado en las inmediaciones del Santa Laura.
“Vamos a hablar con la gente que realmente tiene que hacerse cargo de esto, para que de alguna manera esto se corte acá, o si no va a seguir pasando”, indicó el capitán de los rancagüinos, Pablo Hernández, durante la velatón realizada el domingo. Pidió no cobrar venganza.
El cruce dominical entre Colo Colo y Curicó Unido también “aportó” lo suyo. Durante el compromiso, sujetos vestidos con la camiseta del “Cacique” vandalizaron un centro comercial y negocios aledaños al Monumental, luego de lo cual Carabineros informó cinco detenidos.
Ya en tierra curicana, el delantero Bayron Oyarzo fue agredido por barristas en el techo del bus que trasladaba al plantel, en el recibimiento en la ciudad. “Impresentable. Es por esto que solicitamos a la Dirección del Trabajo intervenir ya y hacer que se cumpla la ley, respecto de la protección a los trabajadores del fútbol”, tuiteó el Sifup.