Más allá de haber logrado el título de la Primera B con Magallanes, haciendo que la “Academia” lograra volver al escenario mayor luego de largas décadas de zozobras, la campaña de Nicolás Núñez al mando de la cabina técnica de los “albicelestes” lo ha convertido en uno de los entrenadores nacionales de mayor proyección. El ascenso y haberse coronado también en la Copa Chile corroboran esa condición. Y ahora tiene que seguir probando su valía. Justamente gracias a ese último cetro, junto a su equipo, le corresponde abrir la temporada 2023 con la lucha por la Supercopa este domingo, ante Colo Colo, en Viña del Mar.
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Antes de afrontar el desafío, el joven estratega analiza el plantel que han armado para jugar en Primera y disputar la Copa Libertadores, como también lo que viene en la competencia local e internacional, y el duelo inmediato, ante el sólido “Cacique” de Gustavo Quinteros.
¿Cómo llegan a afrontar esta temporada?
— Volver de vacaciones fue distinto, por las condiciones en que lo hicimos, porque crecen las motivaciones ahora que estamos en otra categoría. Fue un retorno más tranquilo y con buenas expectativas, y con la motivación alta de parte del club y del plantel.
De momento, han tenido un mercado muy tranquilo, si cabe el término, priorizando las renovaciones y sin grandes contrataciones. ¿Está conforme con el plantel que tiene para afrontar lo que viene?
— Planificamos sintiendo que lo que conseguimos la temporada pasada fue por la conformación del plantel, porque logramos generar una dinámica que se convirtió en ganadora y su potencia era lo colectivo: eso nos hizo competir a buen nivel. Por eso optamos por mantener una base de muchos jugadores y no cortar esa dinámica, con un ambiente laboral bueno. Eso es algo ganado. Por eso las renovaciones, incorporando algunas piezas.
Siente que llegan bien al domingo, entonces…
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— En los entrenamientos se siente cómo crecen las expectativas. Enfrentamos cosas nuevas, como ser invitados por Cienciano, pudiendo participar unos días de pretemporada en el extranjero, sumando experiencia. Muchos jugadores jóvenes de nuestro plantel no habían salido del país a competir, por lo que nos sirvió muchísimo. Fue una semana en Lima trabajando y terminamos con un amistoso que, para muchos, fue la primera competencia internacional. Nos ayudó en las condiciones que lo hicimos, porque es similar a Copa Libertadores. Así que sentimos que llegamos muy bien al domingo. Que el club comience 2023 con una final habla de que estamos cambiando el status y posicionándolo donde queremos sostenerlo, que es nuestro gran desafío para este año.
Tiene un plantel maduro, experimentado, con algunos de mucha experiencia en Primera, pero no apetecidos en primera línea del mercado. Con lo que tiene, ¿hay plantel para sostener una temporada tranquila y mantenerse en Primera?
— Estamos muy contentos con el plantel. Confiamos, porque el año pasado gestionamos, como club y cuerpo técnico, que viniera gente que estaba vigente en Primera, a pesar de su edad. Que hayan querido venir y, además, mantenerse para este año, nos hace sentir seguros de que estamos capacitados para competir en Primera, pero sabiendo que vamos a incluir jugadores que encajarán completamente en lo que buscamos desde lo futbolístico y desde la convivencia. Por eso, han sido piezas muy clave para nosotros. Tenemos gente también con mucha proyección. Tal vez no con un nombre tan hecho en Primera, como Andrés Souper o Alfred Canales, pero con una proyección que creemos que es importante. Ése es nuestro desafío y nuestra mirada como cuerpo técnico: nos gusta el desarrollo de los jugadores, potenciarlos. Y creemos que tienen las condiciones para posicionarse bien en Primera. Aún no tenemos cerrado el plantel y hay algunas posiciones en que podemos sumar más gente, para estar en condiciones de decir que estamos seguros para afrontar las competencias que tenemos este año.
¿En qué posiciones siente que le falta algún refuerzo?
-Estaríamos buscando en delantera. Nos falta un atacante que venga a competir con los que ya tenemos. Y lo más probable es que también llegue alguien más en la línea defensiva, un central que venga a potenciar a los zagueros que el año pasado lo hicieron tan bien y ayudaron a ser la valla menos batida de la categoría. Vamos a necesitar que tengan competencia en esa posición. Y, además, estaremos atentos a alguna posibilidad de jugadores, sin puesto específico, pero cuyo nombre propio resulte atractivo y que no logren tener club, y de los que uno tiene el conocimiento de ellos y su aporte.
Abren la temporada disputando un título, ante un Colo Colo que asoma diferente al año pasado, cuando era muy sólido…
— Es un privilegio disputar esta copa. Nos lo ganamos en cancha, y estamos orgullosos y felices de disputarla. Desde lo emocional, también genera mucho, porque se trata de un clásico que hace mucho tiempo que no se daba y tiene un componente romántico para nuestro fútbol, con dos clubes históricos y ligados. Independiente que se le hayan ido piezas, sabemos que competimos contra un equipo con jugadores de calidad, con uno de los planteles más potentes del país. Si ellos tuviesen algún desajuste respecto del año pasado, es que han perdido capacidad ofensiva al no tener a (Gabriel) Costa y (Juan Martín) Lucero. Pero, a su vez, como equipo grande, rápidamente suman gente y estarán disponibles, tratándose de futbolistas muy vigentes y que estaban en medios muy competitivos. Respetamos muchísimo al rival, pero para que podamos ser competitivos contra ellos, necesitamos que nuestro funcionamiento se mantenga y, en eso, haber mantenido una base nos da tiempo ganado, porque hay una idea que está instalada en nuestros jugadores. Es la forma de competir, porque económica o individualmente -incluso en la categoría del año pasado- no éramos de las planillas más altas ni de los planteles más extensos. Podemos competir al máximo de nuestras posibilidades por el funcionamiento colectivo, que es el sello de este equipo.