Lizardo Garrido, uno de los mayores emblemas en la historia de Colo Colo, habló de cómo han sido sus últimos meses enfrentando una dura batalla contra una leucemia linfoblástica aguda, enfermedad que el año pasado lo obligó a estar hospitalizado por más de 70 días.
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“Fíjate que ya el primer día de hospitalizado me cayó la teja. Mientras me llevaban a la UCI, escuché a la pasada: ‘Pucha que lata, tiene cáncer a la sangre’. Y ahí se me vino todo abajo: ‘O sea me voy a morir’, pensé. Estaba solo ahí, lloré mucho, no le había avisado a nadie de la familia”, contó el “Chano” en entrevista con El Mercurio.
Por lo mismo, el ídolo albo manifestó que “me siento un sobreviviente, absolutamente. Estuve muy grave una semana, casi en coma. Pensé que me moría. Ahora estoy mejor, relativamente, porque estoy al 20 o 30% de cómo era antes, pero es un proceso y pido a Dios que me dé algunos años más”.
Además, el mundialista en España 1982 con la Roja remarcó lo vital que resultó un trasplante de médula ósea donada por su hija María José. “Ella me dio vida, me dio plaquetas y esas células de la Marita eran tan potentes que fueron venciendo a las células cancerígenas”, expresó.
Posteriormente, Garrido estableció que “si me voy… y esto no lo he dicho nunca, si me voy puedo decir que me iré tranquilo. Me da pena, pero me iré tranquilo porque di todo y estoy dando todo”.
“Toda mi vida he luchado. Toda mi vida ha sido de mucho esfuerzo y sacrificio. Nada ha sido fácil. Todo me costó. Soy de batallas potentes, de batallas fuertes, a veces uno no se da cuenta, pero soy aguerrido y seguiré dando pelea. Y todos los que me rodean, la familia y la gente colocolina, me tienen de pie”, complementó.