El “Fantasma” llega metiendo miedo: “Me gusta hacer goles, por algo están apostando por mí”

Colo Colo ya tiene a su nuevo “9″. Darío Lezcano arribó ayer a Chile con el objetivo de llenar el espacio vacío dejado por Juan Martín Lucero y apropiarse del puesto de centrodelantero, que en las dos primeras fechas del torneo ha sido ocupado por Leandro Benegas.

El jugador paraguayo de 32 “primaveras” llega proveniente del Juárez de México y sabe del peso que cargará sobre sus hombros, como reemplazante del “Gato”. “Hay responsabilidad. Si el entrenador pide por ti, hay que trabajar el doble. Me gusta hacer goles, por algo están apostando por mí”, indicó en el aeropuerto.

Más allá de que el “Cacique” sumó seis tantos en las dos jornadas iniciales, ninguno fue del “Toro” y la misión es tener un “pepero” constante, como lo fue en el 2022 el argentino que partió por la ventana al Fortaleza. Se matriculó con 24 dianas, considerando todas las competencias.

En busca de suplir esos números, el “guaraní” llega encendido, ya que anotó tres veces en los tres partidos que disputó en el arranque de año. Convirtió un doblete en el triunfo por 3-0 en casa sobre el Tijuana, el 14 de enero, y luego marcó el descuento en la caída por 4-1 en la visita al Pachuca, el 22.

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Pese a este gran comienzo de 2023, los dos años anteriores no fueron los mejores para el nacido en Asunción. Fue operado de la rodilla izquierda y tras ello se rompió el tendón de Aquiles, por lo que jugó poco y nada.

Sin embargo, antes de ello, el 2020 fue su año calendario más prolífico en suelo “azteca”. Venía inspirado desde Alemania, fútbol que dejó a mediados del 2019 y donde defendió al Ingolstadt, jugando dos campañas en la Bundesliga y después otras dos en la segunda categoría, posterior a su experiencia de siete años y medio en Suiza.

“Estoy bien físicamente. Hice una buena pretemporada y estoy en ritmo”, avisó el “Fantasma”. Así lo apodan en su país, “porque es rápido. Cuando arrancaba, el zaguero casi no lo podía ver ni menos detener”, cuentan desde Paraguay.

Mete miedo.