El pasado 6 de febrero, dos terremotos azotaron la zona sur de Turquía y el norte de Siria. La catástrofe dejó un saldo de más de 52 mil muertos y casi 130 mil heridos, siendo Gaziantep una de las ciudades más afectadas.
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Justamente en esa ciudad vivía el futbolista chileno Ángelo Sagal, quien junto a su familia pasó semanas marcadas por la angustia e incertidumbre, hasta que pudo cambiar de aires al fichar por el Ferencváros de Hungría, haciendo uso de un permiso especial que otorgó la FIFA justamente por la catástrofe.
“Nosotros intentamos ayudar un poco a la gente que conocíamos los días posteriores al terremoto antes de partir de Gaziantep. Luego salimos en una van que fue lo más rápido que pudimos hacer, los vueltos estaban colapsados y era lo más seguro”, contó el jugador formado en Rangers de Talca, en conversación con Las Últimas Noticias.
“Estuvimos prácticamente todo febrero en Antalya y ya después salió la oportunidad de venir a Hungría y fue la mejor opción que pudimos tomar, ya que la situación estaba difícil en Turquía”, agregó.
En su relato, Sagal detalló que “mi familia estaba muy asustada. Fue un momento muy difícil, sobre todo para mis hijos. Mi mujer estaba muy preocupada por nuestra familia y que estuviera en un lugar más confortable. En lo emocional fue duro, claro, pero mi familia ya no quería estar en esa incertidumbre y lo mejor era que estuviéramos a salvo en otro país”.
“Ahora estamos más tranquilos y felices por lo que estamos viviendo. Y yo feliz por llegar a un club tan impotante como Ferencváros. A mí lo que me hace feliz es jugar al fútbol. Estuve muy triste y nervioso todo el último tiempo. Depsués del terremoto no sabía lo que pasaría con mi carrera en ese momento. Mi familia también estaba muy angustiada. Mi mujer y mis hijos saben que mi pasión es jugar al fútbol”, agregó.
Más allá de ese abrupto final, Ángelo Sagal manifestó que se queda con los mejores recuerdos de su etapa en Turquía. “Lo más lindo fue conocer una cultura diferente con sus comidas, tradiciones, monumentos arqueológicos de muchos años de antigüedad, su religión. Creo que todo eso nos traemos desde Turquía. Y lo más difícil, obvio, fue el terremoto para mi familia, pero siempre me pongo en el lugar de la gente que perdió todo, amigos o familiares, porque realmente fue una destrucción total en las ciudades más afectadas de Turquía”, declaró.