Colo Colo se desmembró por completo entre las temporadas 2022 y 2023. La sangría de futbolistas se dio principalmente en la defensa y en el ataque.
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En la zaga se fueron los dos laterales, Gabriel Suazo y Óscar Opazo, y perdió por lesión a Emiliano Amor por todo el primer semestre. El declive en la retaguardia ha sido notorio, con 18 goles recibidos en la rueda inicial del Campeonato Nacional en desarrollo, versus los 17 que sufrió en todo el torneo local del año pasado.
En la faceta ofensiva, la debacle no ha sido menor. El “Cacique” dejó partir a sus dos goleadores de la campaña anterior, Juan Martín Lucero y Gabriel Costa, autores de 24 y 13 tantos, respectivamente, considerando todas las competencias.
Esta falta de finiquito ha empezado a tener consecuencias en los resultados, como quedó demostrado en la visita al Monagas de Venezuela, que fue una verdadera farra. Ninguno de los arietes está inspirado, eso está claro.
Los tres centroatacantes “albos” prometieron en sus arranques. Por ejemplo, Darío Lezcano marcó tres veces en sus primeros cuatro partidos del certamen doméstico, pero después estuvo lesionado, no volvió a anotar y no convierte desde el 5 de marzo.
Gustavo Quinteros le pegó duro luego de la expedición a Maturín. “La idea siempre fue traer a un delantero que pueda reemplazar a Lucero, que entrene periódicamente, que juegue seguido y él no lo pudo hacer. Hablaremos de nuevo”, deslizó el DT.
Leandro Benegas fue el otro “9″ proveniente del extranjero que llegó para suplir al “Gato” y también tuvo un buen inicio, con anotaciones en la quinta y sexta fechas. Sin embargo, no marca desde el 1 de abril, en el encuentro aplazado ante Huachipato en Talcahuano.
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Contra los venezolanos desperdició una ocasión increíble que pudo significar la victoria, pese a lo cual su entrenador lo defendió, en desmedro del paraguayo. “Leandro siempre está disponible, el otro, no”, lanzó.
En este escenario, la responsabilidad ha recaído en Damián Pizarro, otro que tuvo un comienzo que ilusionó. Debutó en este curso con una diana en la derrota a manos de Cobresal en El Salvador, el 18 de marzo, y se fue ganando el puesto, pero nunca más pudo llegar a la red.
Parece estar pagando el noviciado, pues ha fallado innumerables oportunidades frente al arco rival. Ya van 11 duelos desde que aquel en el estadio El Cobre donde celebró por primera y, hasta ahora, última vez.
En resumen, entre estos tres centrodelanteros que ha utilizado el adiestrador argentino-boliviano, acumulan siete conversiones. Están muy lejos de los dos artilleros de la pasada temporada y apenas igualan las siete “pepas” que hizo Pablo Solari antes de su prematura partida a River Plate.
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