La brillante carrera de Iván Zamorano tuvo un final infeliz y bochornoso, pues lo último que hizo en cancha “Bam Bam” a nivel profesional fue agredir al árbitro Carlos Chandía, durante la final del Torneo de Apertura 2003, cuando Cobreloa goleó por 4-0 a Colo Colo en Calama.
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De eso ya pasaron 20 años. Ocurrió el 6 de julio de 2003 en el entonces estadio Municipal de Calama, con Zamorano vistiendo los colores de Colo Colo y viendo esfumado su sueño de levantar una copa con la camiseta alba.
“¿20 años ya? No recordaba que había sido en esta fecha. La situación, sí, como si fuera ayer, en realidad. Iván se salió de madre. Me trató de ‘huaso conchetumadre’. ‘Sin el parche de la FIFA no valís nada’, recuerdo que me dijo. Yo le dije que era huaso a mucha honra. Me tiró un patada al tendón de Aquiles, que casi se me había cortado. Me tiró a pisar. Esa lesión me había tenido complicado. Y dos combos cortitos. Uno por la espalda y uno al estómago”, contó Chandía en entrevista con La Tercera.
El hoy alcalde de la comuna de Coihueco también recordó cómo se produjo la expulsión del excapitán de la Roja. “Eso le pasó por empujar a Villaseca contra Rodrigo González, mi asistente. Por eso se fue Zamorano. Se habían ido Villaseca y Riffo, por pegarle dos cachetadas a González. ‘Dos veces offisde, conchetumadre’, le había dicho Riffo. Se fueron los tres. (Marcelo) Espina trataba de calmar los ánimos. El partido terminó 4-0. Un par de goles se comió el Etiqueta Negra, como le decía a Johnny Walker. Se reía cuando se lo decía”, relató.
Posterior a lo sucedido en cancha, Chandía desclasificó que “Jaime Pizarro fue siempre un caballero y fue a disculparse al camarín. Le acepté las excusas. También le hablé de Zamorano. ‘No me quiero encontrar con ese weón. Si lo pillo, le saco la reconchesumadre. Así, tal cual. Ahí va a ver lo huaso que soy. Carabineros nos tenía un pasillo. Los jugadores estaban arriba del bus”.
“Se le terminó la carrera. Y que agradezca que no lo denuncié a la FIFA, porque ahí le habría salido más salado. Al final, le dieron 11 fechas”, añadió.
El reencuentro
Tras ese escándalo ocurrido en julio de 2003, Zamorano y Chandía se reencontraron en la misma cacha de Calama, en 2005, en el marco de la despedida del fútbol de Fernando Cornejo.
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“Me acuerdo de que nos encontramos para la despedida de Fernando Cornejo, en Calama. Ahí nos arreglamos. Se había disculpado. El tema pasó al olvido salvo cuando me lo recuerdan, como ahora”, comentó.
“Luego nos vinimos juntos en el avión a Santiago. Yo estaba en proceso de pretemporada en Curacaví. Aprovechamos de hablar. Nos tocaron los asientos 1A y 1B. Capaz que alguien haya sido el de la idea. Ahí hablamos. Se disculpó otra vez. Y ahí el tema quedó para mí. Ya está solucionado”, complementó.