La historia de Larry Nassar es una de las más complejas de contar en el deporte, luego de que el médico fue acusado por varias gimnastas estadounidenses de abuso sexual.
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Su caso ha sido de los más polémicos, pues muchas medallistas olímpicas fueron sus víctimas.
Larry Nassar fue apuñalado en prisión
Incluso, la plataforma de streaming Netflix hizo una serie-documental, en la que le da derecho de réplica a varias gimnastas que sufrieron los abusos de Larry.
Hace unos días, en la prisión federal de Florida, en donde se encuentra recluido, el médico fue agredido con una objeto punzocortante.
Según lo dicho por diversas fuentes, Nassar fue apuñalado, aproximadamente, 10 ocasiones en el cuello, aunque se reporta estable.
La penitenciaria no dio más detalles de lo ocurrido, pero sí detalló la agresión a diferentes medios.
“Podemos confirmar que el domingo 9 de julio de 2023, aproximadamente a las 14:00 horas, un interno fue agredido en la Penitenciaría de Estados Unidos Coleman II en Sumtersville, Florida. El Equipo de respuesta inició de inmediato medidas para salvarle la vida.
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“El staff solicitó servicios médicos de emergencia para continuar con los esfuerzos, y el interno fue transportado a un hospital local para recibir más tratamientos y evaluaciones”, detalló la autoridad a la cadena deportiva ESPN.
El médico sobrevivió a 10 puñaladas
Además, se confirmó que Larry fue el único preso agredido, por lo que se sospecha que fue un ataque directo contra el médico.
Nassar cumple una condena de 175 en la cárcel, luego de ser señalado por abuso sexual a más de 100 víctimas, mientras trabajaba en Universidad Estatal de Michigan y en USA Gymnastics.
Se sabe que Larry fue apuñalado en 10 ocasiones en el cuello, pero la atención médica fue pronta, pese a que el centro penitenciario carece de personal, un problema que ha existido en los últimos años.
El doctor fue atacado directamente, por lo que las autoridades consideran que querían atentar contra su vida, pero todo se mantiene bajo investigación, ya que uno de los policías que resguardaba su unidad llevaba trabajando más de 16 horas, mientras que el otro vigilante ya acumulaba dos turnos consecutivos, situación que pudo entorpecer la seguridad.
