El jueves pasado, tras el desabrido 0-0 ante Paraguay en el estadio Monumental, Eduardo Berizzo decidió renunciar a la selección chilena. Lo hizo luego de 16 partidos al mando, donde cosechó cuatro triunfos, seis empates y seis derrotas.
PUBLICIDAD
Considerando aquellos entrenadores que dirigieron un proceso de igual o mayor cantidad de encuentros, el cordobés se ubica en el segundo escalón más bajo de rendimiento. Esto viene a ratificar un declive posterior al bicampeonato de América, el mejor momento en los 113 años de la “Roja”.
La cúspide en cuanto a performance la ocupa Jorge Sampaoli, quien consiguió el 68.1% de los puntos que estuvieron en disputa en sus 44 duelos en el cargo. El casildense ganó 27, igualó nueve y perdió ocho.
Desde entonces lo sucedieron Juan Antonio Pizzi, Reinaldo Rueda, Martín Lasarte y el “Toto”, cada uno peor que el otro en el ámbito estadístico. “Macanudo” se fue con un 47.9%, “Rei” se marchó con un 43.2% y “Machete” se largó con un 40.9%.
Cuando se esperaba que el ex ayudante de Marcelo Bielsa llegara a enmendar el rumbo, ocurrió todo lo contrario. De hecho, terminó yéndose con cifras más pobres que las de sus antecesores, con un 37.5%.
Entre aquellos con una etapa de 16 o más presentaciones, este porcentaje instala al nacido en Cruz Alta sólo por sobre Fernando Riera, que se fue con un 36.2%. Lo del “Tata”, eso sí, es engañoso, ya que varias de sus caídas fueron en la preparación para el Mundial de 1962, contra rivales que se sabían superiores.
En resumen, sacando a Pizzi, al que lo salva la continuidad de lo realizado por Bielsa y Sampaoli -los de rendimientos más exitosos-, los tres técnicos recientes están entre los seis peores de la historia. Esto tiene sumida a la Selección en un interinato que no se veía desde hace más de dos décadas.
PUBLICIDAD
Interinatos para el olvido
Con mejores o peores números, la selección chilena se había acostumbrado a enfrentar sus partidos oficiales con un DT justamente oficial. Sin embargo, Berizzo decidió irse en el medio de una fecha doble de las Clasificatorias, por lo que Nicolás Córdova tuvo que hacerse cargo de forma interina.
Hay que remontarse hasta los inicios del milenio para encontrar un escenario similar. Fue entre el 2001 y el 2002, tras el declive de Nelson Acosta posterior a Francia 1998, cuando la banca nacional la tomaron sucesivamente Pedro García, Jorge Garcés y César Vaccia.
Las experiencias de los tres fueron para el olvido. El primero se fue con un paupérrimo 27.7% de rendimiento, el segundo empató un duelo y perdió los otros dos, y el tercero cayó en el único encuentro que dirigió.
Más de dos décadas después, la “Roja” vive situaciones que parecían desterradas y que terminaron con el último puesto en las Eliminatorias rumbo a Corea del Sur/Japón 2002. El panorama no asoma halagüeño para el equipo ahora comandado por el “Nico”.