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Bienvenido Front: “Lo que ha sucedido en el remo chileno lo han hecho los chilenos, con la ayuda de un español”

El técnico español, quien vuelve a radicarse en Cataluña, ha sido clave en la explosión del deporte. En su partida, repasa los once años trabajando en el país, analiza el futuro de la disciplina y proyecta la carrera de las hermanas Antonia y Melita Abraham, quienes seguirán trabajando con él hasta los Juegos Olímpicos de París 2024.

Bienvenido Front / Photosport
Bienvenido Front / Photosport

Son las primeras horas de la tarde del miércoles 20 de diciembre. Las hermanas Antonia y Melita Abraham acaban de ser coronadas como las mejores deportistas del año junto al tenista Nicolás Jarry, pero el técnico de las remeras, Bienvenido Front, las persigue por los pasillos del teatro Municipal de Las Condes, intentando que dejen de tomarse fotos con todos quienes quieren felicitarlas por el premio e inmortalizarse junto a ellas. El entrenador español está nervioso, y las apura. “Van a perder el vuelo”, les repite. Y es que las bogadoras cortaron su pretemporada en Valdivia para asistir a la ceremonia del Círculo de Periodistas Deportivos, y deben volver a loa capital de los Ríos para seguir con la preparación. Ni siquiera el reconocimiento hace que el catalán les dé respiro a sus pupilas. Y eso que él ya dejó el cargo de seleccionador nacional y, de hecho, a la mañana siguiente tomará el avión que lo llevará de vuelta definitivamente a su país.

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Sin embargo, Front no puede con su genio. Es un obsesivo y un apasionado de su deporte.

De hecho, horas antes, en la tarde del martes, mientras terminaba de hacer su maleta en su casa de Curauma, cerca de la laguna donde desarrolló su labor por más de una década en Chile, llegaron las remeras masters, muchas de ellas madres de las nuevas generaciones de deportistas que han ido creciendo bajo la mirada del hispano. Y las deportistas seniors lo “raptaron” un rato, para darle una despedida como merece, agradecidas no sólo por lo que ha hecho por el deporte nacional o los atletas de su deporte, sino también porque muchas de las mejoras que han tenido en los clubes y en el complejo en la periferia de Valparaíso fueron hechas y financiadas por Front.

El legado de “Bienve”, en suma, va bastante más allá de convertir a las hermanas Abraham en deportistas olímpicas, las chilenas con más medallas panamericanas, las mejores de su disciplina en los últimos años o las más destacadas de 2023.

Las hermanas le dedicaron su premio como Mejor de los Mejores, que ellas lo recibieron con mucha sorpresa. Pero ya concretado su retorno a España, ¿cuál es el balance que hace de estos once años trabajados en Chile?

—El balance es positivo en todos los sentidos. Hemos construido, a través de un sistema, del respeto y la dedicación, algo que ha funcionado muy bien. Estoy contento y satisfecho de que a las chicas se les reconozca, porque el remo son diez medallas en los Panamericanos. En mi caso, estos días, supongo que producto de mi marcha y tal, he recibido muchos reconocimientos. Normalmente, a un entrenador se le despide por un mail o un mensaje de whatsapp, agradeciendo los servicios y avisando que pase por las oficinas a liquidar. Pero, en cambio, tuve una despedida muy bonita, gracias a los resultados que obtienen mis deportistas. Y los últimos días, estuve en premiaciones donde se destacaba la figura del entrenador. Sin embargo, sentía que faltaba el reconocimiento a la gente que hace que esto suceda, que son mis deportistas. El día de la premiación del Círculo de Periodistas Deportivos ha sido un día muy bonito, porque se ha reconocido a las deportistas y a su entrenador.

En el contexto de su partida, ¿cómo evalúa el futuro para el remo chileno?

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—Están en manos de excelentes entrenadores chilenos, que son los que han estado trabajando conmigo, y créanme que todo lo que ha sucedido en el remo chileno lo han hecho los chilenos, con la ayuda de un español. Pero han sido ellos quienes han trabajado para que esto suceda. Ahora van a seguir trabajando en Valdivia, donde los dejé el lunes pasado, y estoy en contacto diario con ellos, hasta que llegue el nuevo técnico. Pero el remo chileno queda en muy buenas manos. El entrenador chileno es bueno, y van a seguir trabajando todo el equipo. La excepción son las chicas (Antonia y Melita Abraham), porque ellas lo pidieron (seguir trabajando con Front) y, si al nuevo entrenador le parece, lo haré personalmente porque creo que tiene que ser así.

Pero luego de esta generación de deportistas que ha tomado notoriedad bajo su alero, ¿qué viene?

—Llevamos cuatro años ya trabajando con el Programa 2030, que tiene el objetivo de tener unos excelentes Juegos Panamericanos de 2031 y unos muy buenos Juegos Olímpicos en 2032. Ahora mismo hay chicas y chicos con valores fisiológicos mucho mejores que Antonia, Melita o sus hermanos. Pero no sé si a esos valores le faltará luego la cabeza y la capacidad de dedicar toda su vida al alto rendimiento. Porque, al final, esto es una filosofía de vida, donde no sirve de nada entrenar si no lo tienes claro. Hay gente ya trabajando para el futuro. Podría dar los nombres para esos Juegos. Se están haciendo bien las cosas. La estructura está, el sistema sigue funcionado -basado en nuestra filosofía, que es la educación y el respeto- y la cosa está bien encaminada. En todo caso, como siempre digo: a rey muerto, rey puesto.

A partir de su retorno a España y el potencial de las hermanas Abraham, usted ha mencionado que deben apuntar a meterse entre las ocho mejores en París 2024. ¿Es el diploma olímpico el techo de Antonia y Melita?

—El primer paso es ése: intentar buscar en estos Juegos Olímpicos la clasificación entre las ocho primeras; tienen nivel para estar en la final olímpica, y ése es el primer paso para aspirar a algo más. Los Juegos Olímpicos son muy especiales. Casi nunca ganan los campeones del mundo, porque son momentos muy particulares de inspiración por las circunstancias, para lo que no todo el mundo está preparado. Es cosa de ver el ejemplo del tenista (Novak) Djokovic, quien no consiguió ganar una medalla de oro olímpica y es quien más títulos de Grand Slams tiene, pero va a seguir intentándolo. Se dan circunstancias muy especiales. Creo que Antonia y Melita tienen que trabajar para la final, y -una vez ahí- se dan todas las circunstancias que se puedan dar.

Por último, lo sigo proyectando a futuro. ¿Alguna chance de volver a trabajar en Chile, de que se arrepienta de volver a España?

—Es una decisión tomada hace mucho tiempo. Tengo que volver a la vida. Durante 45 años no he hecho más que remo. No sé hacer nada más. Ahora tengo que reincorporarme a la vida en España y devolver a mi familia el tiempo que no les he podido dedicar, y voy a poner todo el empeño en eso. No puedo hacer nada más. Luego, el resto, nunca se sabe. El remo es mi pasión y dedicación, y a ver si soy capaz de mantener el 50-50 con mi familia y con lo que me gusta.

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