Aunque este año no se le presentó dentro de lo planificado en materia deportiva, Mauricio Orrego pudo encontrar este fin de semana un momento de alegría al imponerse en la corrida Asics Golden Run, 10 kilómetros de carrera en la comuna de Ñuñoa que lo elevó al primer puesto con un crono de 32 minutos y 44 segundos.
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Una victoria que llega luego de unos meses de sinsabores para el oriundo de Concepción, quien por desproteger “un poco el lado del sistema inmune”, no logró clasificar al Mundial de Nueva Delhi.
La recuperación del paralímpico Orrego
“Se nos pasó un detalle que no puede repetirse”, contó Orrego en conversación con lun.com. “Este año ha sido de aprender de los errores y en eso estamos”, agregó.
“Desprotegimos un poco el lado del sistema inmune en cuanto a lo que comprende estar haciéndose exámenes de sangre para ir viendo los niveles de fuerza, de hemoglobina y todo eso. Cuando me los hice, ya era demasiado tarde y tenía todos los niveles de vitaminas y otros minerales bajos. Las sensaciones en la pista no eran buenas y no pude lograr la marca para clasificar (al Mundial)”, confesó el deportista paralímpico nacional, quien reconoció haber entrado a un ciclo de “mucha incertidumbre” por su revés atlético.
“Eso me trajo mucha incertidumbre. No sabía cómo asimilarlo, ya que venía de años muy buenos, siendo campeón parapanamericano y habiendo clasificado a mis primeros Juegos Olímpicos, en París. Tenía mucha ilusión en este año, pero no se dio como yo quería”, dijo.
“Esta prueba se enmarca en mi segundo semestre, donde espero volver a tener buenos desempeños como el de hoy. Durante el primer semestre, todo lo mencionado me pasó la cuenta y tuve muchos resfríos y problemas de salud. Ahora esta carrera la tomo como preparación para un Grand Prix que tengo en Brasil a finales de agosto. Di vuelta la página rápidamente y aquí estamos”, puntualizó Orrego, quien finalizó asegurando que este triunfo le dejó con gratas sensaciones de cara a lo que resta del año.
“Cómo te explico lo lindo de ir subiendo por Grecia y mirar la cordillera blanca e imponente. Fue una sensación de felicidad total y de mucho agradecimiento. Todo ha valido la pena”, finalizó.