La “U” está a pocas horas de jugar el partido de vuelta a Alianza Lima por el paso a las semifinales de la Copa Sudamericana, pero la bochornosa llave de octavos de final ante Independiente de Avellanada sigue jugándose con nuevos castigos en contra del cuadro azul.
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Esta vez las sanciones están relacionadas con diversas fallas de la dirigencia de Universidad de Chile en el partido de ida ante los rojos, disputado el 13 de agosto en el Estadio Nacional.
¿Cuáles son los nuevos castigos de la “U”?
Según Bío-Bío Chile, a través de su Unidad Disciplinaria la Conmebol emitió una resolución formal que detalla cinco multas económicas para el club azul, cada una por un monto de cinco mil dólares. Junto a ellas, también se establecieron dos advertencias oficiales.
Según se señala en el dictamen, las sanciones serán descontadas directamente de los montos que el club debía recibir por concepto de derechos televisivos y de patrocinio vinculados al torneo.
Las razones detrás de las multas apuntan a deficiencias en la organización del evento y se determinó que Universidad de Chile infringió varias normativas reglamentarias establecidas por la Conmebol para este tipo de competencias continentales.
Entre los incumplimientos señalados figura el sistema de iluminación artificial durante el desarrollo del partido.
Otro de los puntos que generó sanciones fue la falta de condiciones adecuadas en las zonas de hospitalidad destinadas a los patrocinadores del certamen. El reglamento estipula que, a partir de esta fase del torneo, los estadios deben contar con un espacio mínimo de 400 metros cuadrados cercano a los sectores privilegiados, exigencia que no habría sido cumplida en esta oportunidad.
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Además, se formularon cargos por irregularidades relacionadas con las entrevistas posteriores al partido, así como por la instalación de banderas de gran tamaño por parte de la hinchada. El reglamento es claro al señalar que ninguna bandera debe superar un metro y medio de altura dentro del recinto.
La resolución también hizo referencia al Código Disciplinario de la Conmebol, citando principios de conducta que prohíben el uso de eventos deportivos para realizar manifestaciones ajenas al ámbito estrictamente futbolístico.
Universidad de Chile ya había sido sancionada previamente por los graves incidentes ocurridos en el compromiso de vuelta, jugado en Avellaneda, con siete partidos de local a puertas cerradas y siete de visita sin hinchas azules, generando un alto impacto económico.