María José Necochea, quien debutó en el año 2001 en la teleserie “Pampa Ilusión” por estos días, se encuentra en una doble labor: “Mónica Olavarría” en la teleserie “Pobre Novio” y también trabajando como productora de cine y teatro.
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Durante parte del 2020 y 2021, mientras la pandemia azotaba a Chile y al mundo, María José nunca paró de trabajar. Participó de la teleserie “Demente”, produjo teatro junto a la compañía del Teatro Aparte (Rodrigo Bastidas, Gabriel Prieto) y produjo y actuó en una película, “Un loco matrimonio en cuarentena”, idea original de Patricio López, productor de “Verdades Ocultas” y un sinfin de teleseries de Mega y TVN.
“Fue el mejor regalo que me dejó la pandemia. Este bicho lo he mirado con mucho respeto, más que con temor. Surgió la idea, llamamos a Rodrigo Bastidas que prende con agua y empezó a escribir la historia. Entre los cinco, junto al Pato, Bastidas y sus dos hijos Raimundo y Milena. La película trata de un matrimonio muy demente en pandemia. Hicimos todo desde las casas, todos muy ávidos de trabajar como fuera. No pudimos optar a fondos, ni a recursos. Todo a la amiga, a la buena”, confiesa la actriz quien además de aparecer en la película tuvo un rol como asistente de producción, arte y vestuario.
La película grabada y estrenada en pandemia tuvo un elenco encabezado por Jaime Vadell, Benjamín Vicuña, Tomás Vidiella, Carmen Gloria Bresky, Fernando Godoy, Fernando Larraín, Mónica Godoy, Nicolás Saavedra, Diego Muñoz, Magdalena Max Neef, Elena Muñoz, Gabriel Prieto, Carlos Cazely, Tommy Rey y muchos otros.
“ES BIEN LOCO LO QUE PASA CON VERDADES OCULTAS”
La actriz quien tuvo un rol importante en un par de temporadas de “Verdades Ocultas” donde interpretó a la sufrida Angélica, se refirió al fenómeno televisivo que ya lleva cuatro años al aire: “Es bien loco lo que pasa con Verdades Ocultas porque uno ve los comentarios en las redes de gente que alega pero la siguen viendo, la siguen pidiendo y por eso se sigue alargando y creando nuevas historias. El formato permite que vayan apareciendo nuevas historias aunque han pasado las cosas más insólitas y uno se la compra”, asegura. Además agrega que esta teleserie trabajó el melodrama puro y duro de las teleseries de antaño, que la gente disfruta mucho y para los actores significa un desafío muy grande.
“Estoy súper agradecida de haber estado ahí porque me permitió volver a estar visible en las teleseries y un año completo con pega, ¡santa Verdades Ocultas!”, expresó.
Sobre las diferencias de las teleseries de la era de oro de TVN versus las actuales de MEGA, la actriz señala “Es diferente, antes eran elencos monstruosos de 40 personas. En términos de producción, de presupuesto. Yo creo que siempre se ha querido hacer es contar historias. Hacer un reflejo de lo que le sucede al país. Sabatini tuvo la viveza de mostrar etnias, mundos que eran tan desconocidos. Eran otras épocas donde no había cable, no había posibilidad para conocer ciertas realidades”, comenta.
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Pero no todo fue éxitos en TVN, la actriz recordó los fracasos de “Puertas Adentro” y “Los Capo”: “Sobre Puertas Adentro, a la gente no le gustaba ver pobreza. Fue muy loco, muy fuerte porque estábamos mostrando una realidad que estaba al lado de nosotros y que sigue existiendo. Era un riesgo para el canal, la gente no veía la teleserie porque no quería ver pobreza. Perdió con 30 puntos de rating. Eran otras realidades país”, recuerda.
“El rating afecta porque moraliza o desmoraliza el trabajo que estas haciendo, aunque sea con cariño. Porque uno dice, tanto esfuerzo para que te vaya mal. No es que nos sirva en términos de exitismo personal, trae a los avisadores y las lucas al canal. Si no hay auspicios, hay menos posibilidad de seguir haciendo ficción. Los canales se han solventado a partir de las áreas dramáticas”, analiza.
Sobre “Los Capo”, la actriz recordó que les decían “Los Pocos”, por el bajo rating que conseguía la producción. “Fue un riesgo. Era un pueblo con un nivel de producción, el tiempo que estuvimos preparándonos. Nos peinamos hablando italiano, la gente no entendía nada, pero aprendimos. Habían temáticas bastante expuestas como la historia de la exclusión de los mapuches. Estábamos súper derrotados, los actores estábamos mal. Es una presión que se pone uno y que tiene que ver con acostumbrarse al éxito. Había una confianza excesiva. Uno se desmoralizaba”, recuerda.