Una particular confesión ofrecerá este sábado la actriz Celine Reymond, una de las cuatro invitadas al programa “La Divina Comida” de Chilevisión, quien antes de abrazar la actuación como su profesión pudo haber seguido el camino de la tradición familiar por los hábitos católicos para convertirse en monja.
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Fue en el encuentro en su hogar donde la actriz que le dio vida al personaje de la “Mané” Valenzuela en la comedia de Mega “100 días para enamorarse” se confesó a sus compañeras de programa, Katyna Huberman, Daniela Ramírez y Mariana Loyola.
La sorpresa de Celine
En medio de su menú oriental fue que Reymond sorprendió a sus colegas de actuación al reconocer que en su adolescencia quiso ser monja.
“Yo quería ser muchas cosas y yo venía de un colegio católico, muy católico, es que aparte, yo tengo a mi tía que es monja, mucha gente de mi familia fue monja, pero en los siglos pasados”, reconoció.
Del mismo modo, defendió sus últimos papeles en series de corte humorístico en Mega, que la han alejado de los roles más serios y mejor vistos por otros actores que realizó en teleseries de Canal 13 y TVN.
Respecto de sus otras pasiones, Celine abordó su faceta de cantante con su grupo Kali Mutsa.
“Empecé a estudiar por zoom romané, porque yo amaba la música gitana, entonces me dije, qué pasa si hago yo mi propia música”, señaló, asegurando que esta nueva pasión artística la ha llevado a recorrer varios países, tocando incluso en “el Lollapalooza” y ofreciendo recitales en Buenos Aires, Panamá, Austin, Holanda, Bélgica y Alemania, entre otros países.
