Nunca en la historia un match de ajedrez tuvo la atención y tensión que generó el enfrentamiento de campeones entre el héroe soviético Anatoly Karpov y el disidente Viktor Korchnoi en 1978. El duelo por el título mundial duró tres meses, del julio a octubre, se celebró en la Filipinas entonces gobernada por el dictador Ferdinand Marcos y se le conoce como la “Batalla de Baguío”.
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No fue sólo un juego sublime del deporte ciencia, porque se contaminó con cuestiones políticas y estuvo lleno de situaciones que la convirtieron en una “guerra sucia” sobre el tablero.
Kárpov era el héroe nacional desde que devolvió a la URSS el título mundial que dejó vacante el estadounidense Robert Fischer y el frente estaba el disidente Kórchnoi, apodado Víctor “El Terrible” por su carácter irascible y por haber renegado de la Unión Soviética como su patria dos años antes.
Nacido en Leningrado, Korchnoi fue considerado el enemigo público número 1 de las URSS, un desertor que quería despojar al imperio de un título que todos consideraban suyo y que sólo Karpov había logrado recuperar.
Según el disidente, su negativa a amañar partidas y a redactar informes para la KGB aprovechando sus viajes le convirtió en un personaje sospechoso para el régimen. Tras su primera derrota ante Karpov, en 1975, Víktor cayó en desgracia, sufrió castigos y se restringió su salida del país para jugar torneos.
Y al huir de Moscú para refugiarse en Suiza dejó atrás a su familia: su fuga produjo que lo acusaran de abandono de sus hijos y la esposa.
Sospechas, misterios y anécdotas de una “guerra”
El legendario match de Baguío fue a 6 partidas ganadas, y Kárpov se impuso por 6-5 al cabo de 32 juegos.
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En medio de gran tensión ambiental, hubo maniobras increíbles. Kórchnoi protestó por la presencia en las primeras filas del parapsicólogo Vladimir Zukhar, asesor de Kárpov, porque “perturbaba mi mente”.
También sospechó del yogur que bebía su rival y se negó a hablar con él durante la partida. Al campeón le molestaron los lentes del oponente, cuyo reflejo lo desconcentraba.
Todo ese entorno de paranoia y guerra de nervios está plasmado en la película “Campeón del mundo”, que se rodó con un presupuesto de 8 millones de euros y se estrenará en Rusia el 30 de diciembre.
Dirige la cinta Aleksey Sidorov y el propio Karpov colaboró como consultor: muerto hace 5 años, nadie sabe si Korchnoi habría tenido la misma oportunidad de contar su verdad en la renovada Rusia de Putin…