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Director de “Mi pobre y dulce angelito” cuenta cómo rehizo un clásico

Dan Mazer cuenta sus razones para hacerse cargo de la cinta que acaba de debutar en Disney+.

“¡¿A quién se le ocurre hacer un remake de ‘Mi pobre angelito’?!”, dice exaltado Dan Mazer vía Zoom. Pero se trata de una pregunta retórica, porque es justamente él el director tras “Mi pobre y dulce angelito”, una nueva adición a la franquicia cuyo debut convirtió a Macaulay Culkin en una estrella hace tres décadas y que acaba de debutar en Disney+.

Eso sí, Mazer, cuenta que no es algo que haya aceptado de inmediato. De hecho, lo invitaron a escribir el guión hace cinco años y lo rechazó. Misma respuesta que iba a dar hace tres años, pero ya cuando ofrecieron dirigirla. De todos modos, leyó el guión. Y fue tras eso que el hombre que ha sido nominado a dos Oscar por los guiones originales de las dos entregas de “Borat”, decidió decir que sí.

“Se sentía fresco. Era algo nuevo pero, al mismo tiempo, homenajea a la original. Lo encontré gracioso, tierno y emotivo”, cuenta y explica que le interesó el que no se tratara realmente de un remake. En cambio, se tomaron puntos importantes de la original, pero acá se trata de otros personajes y otra historia.

Max (Archie Yates) es un niño travieso rozando lo odioso que se topa por casualidad con Pam y Jeffrey McKenzie (Ellie Kemper y Rob Delaney, respectivamente), un matrimonio que necesita recuperar un tesoro familiar que los podría salvar de un desastre inminente. Por cosas de la vida, o necesidad del guión, Max se queda en su casa mientras su familia parte de vacaciones a Tokio y deberá enfrentar a los McKenzie.

“Es una película muy distinta y ni siquiera existe la misma motivación”, dice respecto a la necesidad de estos adultos de molestar a este niño de 10 años. De hecho, destaca que en esta ocasión ni siquiera hay antagonistas. “Realmente no hay villanos y no siempre estás seguro a qué lado le estás haciendo barra”, comenta y asegura que por eso era importante que los personajes generaran empatía. “Sin un villano, cambia toda la dinámica”, agrega.

La familia

Según explica el director había otro punto importante que lo hizo tanto pensar en aceptar el proyecto como lo contrario. Su hija menor, Minnie, es una gran fan de la cinta original. “La ha visto más de 30 veces. Cada vez que tiene que elegir algo para ver, la elige”. Por lo tanto, Mazer sabía que jamás le iba a perdonar el haber pasado la oportunidad de hacerse cargo de una nueva versión.De hecho, cuenta que su hija estuvo a su lado durante varios meses mientras él editaba en casa. Aún así, admite que está muerto de miedo por conocer su reacción. “Va a ser la mayor crítica”.

Pero ese no fue el único tema al hacer la cinta. Cuando llevaban cuatro semanas de grabaciones, debido a la pandemia debieron tener una pausa de medio año. Algo que es complejo en sí mismo, pero que se vuelve casi una tortura sicológica cuando una producción es protagonizada por un niño en pleno crecimiento. “Llamaba todos los días a la mamá de Archie y le preguntaba, ¿ya le salió vello facial?”, bromea hoy, pero admite que esa fue una gran preocupación durante los meses en que estuvieron esperando a retomar el rodaje.

En cuanto a los escépticos, dice que el que exista esta película no significa que no va a haber acceso a las anteriores. De hecho, dice que hay pequeños momentos y alusiones a la original. “Nadie te está pidiendo que destruyas la película original, que rompas el VHS con un martillo o destroces los DVDs. Esa película existe, nuestra película existe y ambas pueden coexistir”, dice confiado.

El factor “Borat”

Mazer ha desarrollado gran parte de su carrera junto a Sacha Baron Cohen, el actor que da vida a Borat, el particular reportero de Kazajistán que tiene dos cintas dedicadas a sus muy inapropiadas desventuras en Estados Unidos. Tanto Mazer como Peter Baynham han hecho proyectos infantiles en el último tiempo: Baynham escribió “Ron da error”, hoy en cartelera.

Según explica Mazer, la razón para dar este giro tan radical tiene que ver con la familia. “Peter y yo queríamos poder mostrar a nuestras familias al menos un cuadro de las películas que hemos hecho” y agrega: “Quería que supieran que no estaba mintiendo cuando les decía que hago películas, porque no han podido ver nada de lo que he hecho hasta ahora”.

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