Una cómica pero incómoda anécdota compartió este martes el histórico animador Mario Kreutzberger, también conocido como Don Francisco, la que involucraría al mismísimo Luis Miguel.
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Según relató en el matinal Tu Día de Canal 13, todo ocurrió mientras se encontraba comiendo en el restaurante La Dorada, de Miami.
“Había un muchacho con una joven tomándose unos vinos, y me saludó muy afectuosamente. Me dijo: ‘¿Cómo está Don Francisco?’. Yo lo saludé de vuelta. Me parecía conocido pero no sabía quién era”, recordó.
Don Francisco aseguró que no le dio mucha importancia, ya que no reconoció al hombre que lo saludó. Sin embargo, quedó intrigado por el personaje, y no fue hasta que estaba dejando el lugar que quiso saber quién era esa misteriosa persona, llevándose una gran sorpresa.
“Al final me fui, y le pregunté al de la puerta: ‘Oye y este gallo que me saludó, ¿quién es?’. ‘¡Es Luis Miguel!’, me dijo”, relató entre risas.
Y ante la bochornosa situación, intentó enmendar las cosas. “Me tuve que devolver, le mandé una botella de vino, me tuve que dar varias vueltas”, dijo el animador, quien explicó que no pudo conversar con él y aclarar las cosas.
“Esto no fue hace mucho tiempo así que debe haber pensado ‘este viejo…’”, cerró la historia, entre las carcajadas de los animadores.
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Le pasó lo mismo con Madonna
El animador aseguró que le han pasado muchas anécdotas parecidas “por distraído”, las que se remontan a varios años atrás. Una de las cuales fue con la súper estrella del pop, Madonna, en la casa de la familia de Gloria Estefan.
“Estaba en una fiesta y de repente una señora me saluda y me dice que ella veía ‘Sábado Gigante’, porque su marido hablaba español, era cubano, pero yo le dije: ‘que bueno, muy bien’”, aseguró.
Nuevamente, aseguró que no reconoció a la joven y no le dio mucha importancia. Pero más tarde se le acercó Lilly Estefan, sobrina de la cantante cubana, quien le aclaró con mucho asombro la identidad de quien le había saludado.
“Me dice: ‘Pero Mario, ella era Madonna’”, contó, nuevamente, entre risas. “Es que uno no la reconoce”, se explicó el Don Francisco.
