Todo comenzó cuando Helhue Sukni tuvo una conversación con Pamela Díaz a través de redes sociales, en donde la abogada confesó que se ha querido realizar algunas cirugías en su cuerpo, pero que no ha encontrado a un médico que quiera realizar la intervención.
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La profesional desea realizarse una abdominoplastia, pero debido a su vicio con el cigarro varios médicos le han negado la posibilidad de someterse al procedimiento.
“Tengo que dejar de fumar porque me quiero operar y nadie me quiere operar. He ido a cuatro doctores y ninguno me quiere operar”, comentó en la transmisión de Instagram.
¿Por qué no es recomendable realizar el procedimiento médico?
Esto sucede porque las personas que tienen este vicio están constantemente expuestos a tener asma o peor aún, cáncer, por lo que las estadísticas están en su contra.
A esto hay que sumar que, el cigarrillo ya es extremadamente dañino para los pulmones, cerebro y el corazón, ya que al consumir la sustancia hace que no funcionen tan bien como los otros órganos. Al mismo tiempo, aumenta la posibilidad de utilizar ventilador mecánico o tener problemas con el flujo sanguíneo, por eso es recomendable dejar el cigarro un tiempo antes y después de realizar cualquier intervención.
¿Cuales son los peligros? En el caso de las cirugías estéticas, tales como la abdominoplastia que se quiere realizar Helhue, el médico no solo realiza una incisión, sino que debe volver a acomodar todos los órganos nuevamente.
Entonces una vez que vuelvan a colocar toda en su lugar, el cirujano debe asegurar que esta tenga las conexiones a los vasos sanguíneos que permitan que los órganos mueran. Pero, ¿qué pasa cuando una persona no tiene los órganos sanos a causa de la nicotina? los vasos sanguíneos son más pequeños y no permiten una conexión exitosa.
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“Los vasos sanguíneos pequeños significan menos flujo de sangre, y menos flujo de sangre significa menos oxígeno, y menos oxígeno puede significar que los tejidos mueren”, explican desde la Asociación Americana de Cirujanos Plásticos.
De igual forma, la misma institución de cirujanos hizo una lista de las consecuencias que puede tener la realización de la cirugía. Entre ellos están las infecciones, muerte de células de grasa, coágulos sanguíneos, daño permanente en vasos sanguíneos, cicatrices, aumento en el dolor y de probabilidades de tener complicaciones mortales como neumonía, infarto, accidente cerebrovascular, entre muchos otros efectos.
Finalmente, la recomendación que se hace es no fumar, por al menos, tres a seis semanas antes y después de la operación. Aplica a cualquier producto que contenga nicotina, y tampoco se debe estar en exposición al humo del cigarro.