Christell Rodríguez saltó al estrellato a los cinco años, gracias a su participación en “Rojo”, al imitar a María José Quintanilla, y poco después sorprendió con su hit “Mueve el ombligo”. Y anoche ya a sus 24 años, regresó a la TV, participando en “Aquí se baila”.
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“Cuando me invitaron estaba muy sorprendida, por la consideración y porque se dieron cuenta que me gusta bailar. Me hubiera encantado entrar al inicio porque tendría un training más parecido al del resto. De todas formas, veía el programa por la tele y seguía a varios de los chicos por Instagram. Siempre quise participar de algo así, no me costó mucho decidirme a aceptar”, dijo.
Lo cierto es que Christell, quien actualmente reside en Viña del Mar, tiene muy claro lo que su ingreso al programa puede dar a pensar a la gente. “Muchos van a pensar que no debería haber entrado en esta etapa, pero quiero que vean que me atrevo, que me gusta hacer estar cosas. Soy aperrada y versátil y me interesa aprender otras cosas. Mantengo mi esencia, esa buena onda de disfrutar las cosas, pero también soy de ir con todo, sin miedo. Quiero que me vean que he crecido, y que he hecho distintas cosas que me gustan”, señala.
Y las cosas que le gustan son muchas. No sólo el canto, pues asegura tener canciones guardadas y listas para producir, sino también sus estudios, ya que va en cuarto año de Fonoaudiología, y su emprendimiento, pues imparte clases de maquillaje por Instagram. La danza, dice, ha sido parte de su vida desde muy niña.
“Cuando chica hice gimnasia rítmica y ballet. Siempre me ha gustado bailar y cantar al mismo tiempo, por eso me encantaba ‘Rojo’, todos estos mix musicales que hacían me los sabía todos, los miraba hasta que me los aprendía y después llegaba y los bailaba. Además, de grande he tomado clases en la academia de los Power Peralta y cuando tengo la oportunidad de tomar cursos de baile lo he hecho”, indica.
Por esta formación, tal vez, Christell dice sentirse segura en los ritmos donde tiene más experiencia. “Todos los estilos ballroom son nuevos para mí, pero mi especialidad está yo creo en lo urbano, un poco de jazz también, los adagio y contemporáneos. Lo urbano se asemeja a lo que yo suelo bailar, como las canciones de cuando era chica y las clases a las que voy, y lo contemporáneo lo relaciono a lo que yo hacía en mi iglesia, donde había un grupo de baile en el culto, hacíamos presentaciones especiales como adagio con baile y a veces me tocaba montar a mí las coreografías”, explica.