Si bien ya se subió al escenario en años anteriores del festival, la décima edición del Lollapalooza Chile marcó el debut oficial de Pablo Chill-e en la renombrada cita internacional musical.
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Su show estuvo marcado por sorpresas, como la participación de artistas como Polima Westcoast y Harry Nach, así como una inesperada petición de matrimonio en medio de la presentación por parte de un joven a su novia, quienes le pidieron al artista ser el padrino.
Sin embargo, el episodio más disruptivo de la consagración del puentealtino en el evento llegó al final de su concierto, con una representación teatral tan bien lograda que confundió y preocupó a sus fanáticos.
Todo ocurrió cuando se encontraba interpretando su polémica canción “Jaguar”, por la que el artista podría arriesgarse a recibir duras sanciones -incluso ser detenido-, al interpelar directamente a figuras y exautoridades como Katherine Martorell.
“La iba a cantar igual”, señaló Pablo Chill-e antes de comenzar el tema, interpretación que acompañó con extractos televisivos de la cobertura de algunas de sus polémicas, como su detención en el aeropuerto el 2020 y la persecución policial que protagonizó el 2021 por conducir un auto supuestamente robado.
Y al terminar la canción, ocurrió la llamativa performance: un grupo de hombres vestidos con poleras y chalecos “antibalas” que simulaban a la Policía de Investigaciones, bajo la sigla PBI, se llevaron “detenido” al artista, dando un estrepitoso cierre a su presentación.
La representación sorprendió a sus fanáticos, quienes realizaron cánticos con la consigna “Free Pablo” y pidieron un último tema que, tras salir reducido por el supuesto personal policial, nunca llegó.
