Karen Bejarano reveló en “La divina comida”, programa que podrá verse la noche este sábado en las pantallas de CHV, el difícil trance que debió vivir ella y su familia luego de sufrir una fuerte depresión que la llevó a internarse en una clínica.
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Me vino una crisis de pánico, mi hijo trató de calmarme, no pudo. Vomité, vomité información y mi hijo se enteró de cosas que no debió enterarse de esa forma.
— Karen Bejarano
La cantante, reciente ganadora de “El discípulo del chef”, compartirá el programa con el periodista de Mega, Simón Oliveros; la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro; y el preparador físico de famosos, Camilo Huerta.
El complicado trance de Karen Bejarano
En una de las cuatro noches que definirán al ganador del capítulo, la exintegrante de “Mekano” contará el doloroso momento que fue para ella sufrir un colapso nervioso que incluso tuvo a su hijo como protagonista, al enterarse en ese traumático episodio del delicado estado de salud mental que padecía su madre.
“Yo venía escondiendo mi depresión toda la vida (...) no sabía ni mi marido, que no sabía mi hijo. Yo sentía que le estaba mintiendo a mi marido, yo sentía que le estaba mintiendo a mi hijo, sentía que vivía dentro de una mentira y no pude más”, recordó la cantante, en un momento catártico junto a sus compañeros de programa.
“Me vino una crisis de pánico, mi hijo trató de calmarme, no pudo. Vomité, vomité información y mi hijo se enteró de cosas que no debió enterarse de esa forma y terminé estresada”, prosiguió Bejarano, quien en plena pandemia debió dejar a su familia para realizar su proceso de rehabilitación clínica, sola y sin poder recibir la visita de su esposo, Juan Pedro Verdier; ni su hijo, Guillermo.
“Fue súper duro para mí porque yo después de ese episodio no lo vi por más de un mes y medio y fue súper fuerte. Bueno, Juan Pedro sí estuvo para mi constantemente. Yo pensaba todo el tiempo que guardé este secreto, yo pensaba que Juan Pedro iba a ser el primero que me iba a abandonar”, reconoció la figura televisiva, quien en ese momento reconoció sentirse muy expuesta, ya que gran parte de su crisis provenía por los abusos de los que fue víctima en su infancia.
“Sentía que si le contaba a mi marido, él no me iba a querer. Me daba pánico contarle, me daba miedo que él quisiera tomar represalias y no fue así”, finalizó.