Durante este sábado se estreno un capítulo de “La Divina Comida”, en donde Ana María Muñoz, más conocida como “Zapallito Italiano” confesó algunos episodios de su infancia.
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Durante una conversación con sus comensales José Antonio Neme, la ex subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell y el cantante Andrés Sáez, la bailarina contó detalles de lo sucedido.
Todo comenzó a raíz del regalo que le llevó un invitado, el libro de poemas del nicaragüense Rubén Darío. En el texto tenía marcada la página del poema “A Margarita Debayle” provocando las lágrimas de Muñoz.
Cabe recodar que estuvo en el Hogar San Patricio -de la fundación Refugio de Cristo- de la comuna de Limache, en la región de Valparaíso, en donde llevaba una buena relación bastante cercana con uno de sus profesores: “Se dio cuenta que yo tenía pasta para el cuento y este fue uno de los primeros cuentos que aprendí y hasta el día de hoy me lo sé de memoria”.
“Cuando era niña tenía ansias de que me quisieran, de que me amaran, de tener oportunidades en la vida... Las niñas de hogar siempre han sido mal miradas...Que no vamos a llegar más allá de embarazarnos, encontrar un hombre que “las mantenga”...Pero eso no es así, porque sólo necesitamos gente que nos aporte en la vida y hoy en día los hogares necesitan gente con voluntad, con ese querer estar educando y enseñando a un menor”.
“En mi tiempo era el tirón de oreja, el reglazo y la verdad es que no aprendemos...Yo le pedí perdón a cada uno de mis hijos por mis errores, porque yo fui criada golpes y a gritos y a malos tratos, pero uno decide cambiar esos hechos, porque yo soy muy disciplinaria, pero entrego mucho amor a mis hijos”, concluyó.