A veces cuando nos levantamos con el pies izquierdo no hay nada que hacer. Aunque uno lo quiera, sale todo mal. Y justamente eso fue lo que le pasó a la querida actriz Teresita Reyes, que se mandó un tremendo jugo en el aeropuerto, o varios la verdad, según contó ella misma en su cuenta de Instagram, relatando en tono de comedias las desventuras que pasó, en menos de una hora.
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“Les voy a contar algo y lo haré rapidito. Antes de ayer fui a tomar un avión para el sur estaba muy bien, viendo en la pantalla cuál era la puerta en la que tenía que entrar, estaba como tres horas adelantadas, así que tenía tiempo para jugar Candy Crush”, comenzó su relato, señalando que como tenía que esperar aprovechó para ir al baño a realizar sus necesidades biológicas. Pero, al volver, literlamente casi se cag...porque no encontró sus cosas personales.
“Cuando volví a sentarme no vi mi cartera: la dejé en el baño y volví como una trastornada mental. Estaba ahí gracias a Dios, pero faltaba el celular. ¡Me volví loca!”, señaló, contando el primer juguito que protagonizó.
“Las hue...s que me pasan”
Por suerte una azafata la ayudó y logró llamar a su celular que se lo tenían en custodia donde recepcionan los tickets de los pasajeros. Pero el asunto no terminó ahí. Era solo el principio de un día desafortunado.
Ya con el celular en su poder, Teresita se calmó.
“Me siento tranquilamente a esperar las dos horas y medias que me quedaban (…) y cuando llega el momento de embarcar, llego, entrego mi carné, entrego el pasaje y me dicen ‘Teresita, no es aquí. Este no es su avión, se equivoco de puerta’”, contó con cara de tragedia.
“Corrí, te juro, que en 10 años no había corrido tanto. Llegué donde me correspondía y veo que el avión va despegando. Lo perdí y tenía que estar en Puerto Montt para grabar una escena”, sostuvo respecto a su mal día en el aeropuerto, aunque quizás fue una afortunada sin siquiera saberlo y ese vuelo no lo debía tomar.
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Finalmente al otro día pudo viajar a primera hora y llegar a destino donde todo volvió a la normalidad.
“Miren las hue...s que me pasan, pero llegué vivita y coleando”, sentenció.