A menudo los especialistas médicos se transforman en poderosos ganchos mediáticos que la televisión captura para generar ráting fácil y explosivo, incluso con personajes que -también presentes en la pantalla chilena- se desmoronan pronto a causa de su falta de consistencia científica. En ese tono, en Estados Unidos resaltan los casos del Dr. Phil y del Dr. Oz, quienes saltaron al estrellato antes de ser cuestionados por sus métodos y recetas.
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Ahora es el turno de Corea del Sur, donde la siquiatra infantil O’h Eun-young adquirió una inusitada popularidad a partir de su irrupción en los medios a través del programa de telerealidad “My Golden Kids” (Mis chicos dorados o preferidos), donde entrega consejos a los atribulados padres de niños con problemas de madurez y desarrollo.
Con estudios, carisma y... fortuna
De 56 años, con posgrados en las universidades de Yonsei y Corea, casada con un médico y madre de un soldado del ejército, la doctora Oh cautiva a los coreanos apelando al lema de que “no hay niños problema, sólo problemas de crianza” y su presencia garantiza negocios rentables: ya dirige un hospital y cuatro clínicas de consejerías, dicta conferencias, aparece en comerciales, suma seguidores en las redes y es el rostro de una campaña de telefonía.
En la República de Corea, aproximadamente uno de cada cuatro adultos ha reportado tener un desorden mental a lo largo de su vida, y solamente uno de cada 55 recibía tratamiento en 2021.
Desde que empezó “My Golden Kids, la “Diosa de la crianza” -como la apodan su adeptos- vio crecer su imperio, que ahora incluye los programas “Oh Eun-young’s Report: Marriage Helly Dr” y “Oh’s Golden Clinic”, en todos los cuales da consejos.
“Es la madre que hubieras deseado tener en tu infancia”, opina emtusiasmdada Yesie Yoon, una siquiatra de Seúl que creció viendo sus programas.
El boom de sintonía enseña que los surcoreanos dan fe del rol de la experta para desestigmatizar el tratamiento psiquiátrico. Oh nació prematura y revela que los médicos no sabían si sobreviviría. Y ya con Corea a sus pies, hoy se enorgullece de que “en comparación a la época en la que empecé como doctora, ahora más personas se se dan cuenta que hablar con un siquiatra es algo útil, para nada algo que avergüence”. Claro, ni loco para desobedecerle...
<b>“En comparación a la época en la que yo empecé como doctora, ahora más personas se dan cuenta que hablar con un siquiatra es algo útil, para nada algo que avergüence”.</b>