Una difícil noche tuvo el chef español Sergi Arola con el emplatado de su equipo rojo. Perdió la paciencia con Marcelo Marocchino por no lograr la presentación con una salsa de tomate y terminó tapándose la cara, caminando de un lado a otro, mientras sus pupilos trataban de darle en el gusto en “El Discípulo del Chef”.
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Rocío Marengo y Marcelo Marocchino ponían en el plato salsa y berenjena, pero debían cumplir con ciertos estándares estéticos. “No hace falta que lo estires así tío, no es una pizza hombre, pones una cucharada en el centro, le das un golpe, se abre y cuando pones la berenjena se abre del todo”, le explicaba el chef al italiano.
Marocchino se devuelve a su puesto para intentar hacer lo que el cocinero le ordenó y luego le muestra su segundo intento: “no tío, o sea, un poco de sala y un golpe....eso es...eso es...eso es caca”, le dijo Arola.
“En verdad no puede ser tan difícil, no inventeis, que ya está todo inventado”, le recalca el chef muy molesto.
Mientras el italiano, rehaciendo todo, “si me dice que golpee, qué quiere que haga, golpeo”, dijo regañadientes Marocchino.