Desde su estreno en los últimos días, la serie La emperatriz se ha posicionado como una de las favoritas del público en Netflix gracias a su dosis de romance y que está inspirada en una historia de la vida real.
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Se centra en la rebelde Isabel, que se enamora del emperador Francisco y se promete inesperadamente con él, dando pie a que surjan tensiones e intrigas de la corte vienesa.
Es de producción alemana y dura solo 6 episodios, por lo que es perfecta para los que buscan entretenimiento breve y muchos suspiros.
La historia real de La emperatriz, la serie de Netflix
La serie del servicio de streaming está basada en la historia real de Elisabeth von Wittelsbach, que fue emperatriz de Austria de 1854 a 1898 y que en ese entonces fue muy querida por ser una mujer que se negó a ajustarse a las normas, rompiendo a menudo los protocolos.
Apodada Sisi, se casó con el emperador Francisco José, que en un principio estaba destinado a casarse con la hermana mayor de Isabel, Elena, de acuerdo con el portal Netflix Noticias.
“Franz Joseph conoció a sus primos en el té de la tarde. Desde el primer momento solo se interesó por la pequeña Elisabeth, que estaba sentada a la mesa, desprevenida y sin pudor. Su compromiso se anunció desde el campo. Los relatos dicen que Sisi se sorprendió y se sintió un poco avergonzada por todo el asunto, mientras que Helene quedó devastada. Se dice que cayó en una depresión”, reportó Vogue.
Por ambas razones, su biografía merecía la pena de contar. Una mujer revolucionaria para su época con mente propia y que además luchó por el amor real, pese a los conflictos que eso trajo para su vida.
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“La familia de Sisi intentó prepararla para la vida de los Habsburgo. La equiparon con ropa nueva y la instruyeron en asignaturas como lenguas extranjeras e historia”, sin embargo, su nueva posición trajo muchos retos en lo individual.
De hecho, todo lo que muestra Netflix en su serie, La Emperatriz, está muy apegado a lo que sucedió en la realidad, ya que los escritores no quisieron alterar las líneas de tiempo ni los personajes principales.
