La locutora Fernanda Hansen estaba dentro de las invitadas del último capítulo de “La Divina Comida”, cuando fue la anfitriona de la cena, ella habló sobre su participación en la promulgación de la “Ley Dominga”, la cual establece un estándar en el manejo clínico de las padres que han sufrido una muerte gestacional o perinatal de su bebé.
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Partió afirmando que la pérdida de su última hija, le mostró el camino por el cual debía seguir: el de la meditación, sanación y autosanación, el cual lo vincula cercanamente a la espiritualidad. De igual forma Hansen afirmó que no entendía por qué era famosa, pero eventualmente lo logró comprender cuando se involucró con la Ley Dominga, la cual ayudó de manera mediática.
“A propósito de las pérdidas de mis guaguitas, hoy día existe una ley, un protocolo universal para todas las clínicas y hospitales del país donde nunca más se invisibilice las pérdidas gestacionales. Es un duelo para la mujer, es un duelo para la familia, es un duelo para la sociedad, donde no existía licencia, respeto, no existía información. si una tenía una guagua y fallecía en el parto, se iba, si era chiquitita se iba a desechos biológicos, era un apéndice”, afirmó.
Aprovechó de mandarle su agradecimiento a Aracely Brito, la mamá de Dominga, que ayudó a gestar esta ley, “falleció Dominga a los nueve meses y cuando fue el parto los doctores le preguntaban esta guagua se pesa, se mide, preguntó puedo tener a mi guagua, para qué si está muerta y eso pasaba o pasa”, contó.
“Yo fui a trabajar abortando porque no hay licencia y me dio lata (...) perdí a la Alma y me tomé cinco días, porque era buena onda mi jefa, pero en realidad si me preguntas, me hubiera quedado seis meses en mi casa. Entonces hoy día si tú estás perdiendo una guagua, tienes derecho a licencia”, confesó la locutora, quien terminó agradeciendo ser parte del eslabón de esta ley.