Hiparco de Nicea, también llamado Hipparchus, fue un astrónomo que vivió entre el 190 y el 120 antes de Cristo en las actuales Turquía y Grecia. En su haber está la creación del primer mapa de estrellas conocido: un grupo de científicos encontró la copia más antigua, escondida en la biblioteca del Monasterio de Santa Catalina, en Egipto.
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El llamado Catálogo de Estrellas de Hiparco de Nicea llegó por retazos a la actualidad, gracias a la labor monástica de su reproducción.
Pero los investigadores, liderados por Victor Gysembergh, hallaron una transcripción antiquísima, del siglo quinto o sexto, en el Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, construido entre los años 527 y 565 de nuestra era.
Nueve de las 146 hojas que los científicos encontraron contenían material relacionado con la Astronomía.
También están en los documentos los mitos sobre el origen de las estrellas, de Eratóstenes, partes de un famoso poema escrito en el siglo III antes de Cristo.
El uso de la tecnología para el hallazgo del mapa de estrellas de Hiparco de Nicea
Gysembergh y sus compañeros, como Peter Williams y Emanuel Zingg, publicaron su hallazgo en el portal Journal for the History of Astronomy, el pasado 18 de octubre. Se titula Nueva evidencia para el Catálogo de Estrellas de Hiparco, revelada por imágenes multiespectrales.
Este tipo de fotografías captura imágenes de cosas que no pueden verse fácilmente por el ojo humano, capturando la luz de un rango estrecho de longitudes de onda en todo el espectro electromagnético.
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Los científicos utilizaron imágenes multiespectrales, que develaron los detalles sobre el pergamino original. El códice encontrado es un palimpsesto, por lo que se escribieron otros textos encima de los originales.
El grupo liderado por Gysembergh no notó el mapa estelar de Hiparco hasta que profundizó con la tecnología, permitiendo el descubrimiento.
BGR destaca que se cree que es el mapa de Hiparco (Hipparchus) porque las coordenadas del documento corresponden a una época en la que él habría estado trabajando, alrededor del año 129 antes de Cristo. No está firmado por su autor, así que solo se hacen conjeturas al respecto.