Este 11 de noviembre Demi Moore está de celebración por sus 60 años. Sin embargo, en su vida no siempre hubo fama o glamour, sobre todo en la juventud.
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La historia de vida de la actriz estadounidense está marcada por dolor desde temprana edad. Durante su humilde crecimiento en Nuevo México padeció la ausencia de un padre al que nunca conoció y constantes mudanzas por el trabajo de su padrastro, que acabó suicidándose.
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Asimismo, su madre fue parte de esas relaciones disfuncionales que la rodearon desde esos primeros pasos. Virginia King sufría de adicciones y depresiones, que la llevaron a muchos intentos de suicidio que ella misma tenía que detener.
“Recuerdo usar mis dedos, mis pequeños dedos de niña, para sacarle de la boca las pastillas que mi madre estaba intentando tomarse”, escribió la protagonista de Ghost en su libro autobiográfico. A esto se le añaden los varios arrestos de la progenitora por conducir ebria, lo que la hizo madurar precozmente.
Pero eso no fue lo peor. Demi Moore reveló que sufrió una violación a los 15 años, con autorización de su madre. Incluso, se ha llegado a especular que la mujer la ‘vendió' por 500 dólares, pero la actriz no tiene más pruebas de ello, solo la propia pregunta de su violador.
“Llego a casa una noche y me encuentro a un hombre mayor al que conocía con las llaves del apartamento. Fue una violación, y una traición devastadora”, recoge la actriz en su libro, citado por El País. Su madre la llevó, además, a bares de mala reputación para capturar la atención de los hombres.
“¿Cómo se siente ser prostituida por tu madre por USD 500?”
— le preguntó tras el acto a Demi Moore.
Todo esto hizo que abandonara la escuela secundaria antes de tiempo para dedicarse al espectáculo. Al llegar a Hollywood tan joven, se sumió en las drogas y el alcohol, pero fue recibiendo oportunidades hasta convertise en la gran artista que cautivó al mundo.